Suele pasar… Te propones comer bien y vas a un restaurante. Abres el menú y de repente todo el autocontrol y la disciplina se esfuman. Para mucha gente es fácil perder el rumbo. Comer fuera y sano son dos cosas que no suelen ir de la mano. Pero si eres un Atleta Libre, nada es imposible. Solo tienes que prepararte, investigar y recordar tu objetivo.
No olvides estos cinco consejos. Disfruta de tu restaurante favorito y de tu vida sana.
Come algo antes
Cuando tienes hambre te entran antojos y tomas decisiones precipitadas. Así que pica algo antes pero sin llenarte. Así sabrás que no estarás “muriéndote de hambre” cuando abras el menú y no comerás con los ojos. La fruta, la verdura o la mantequilla de cacahuete natural son una buena opción.
lije proteínas como plato principal
No te compliques. Escoge un plato con proteínas como el pollo, el pescado o un filete como ingrediente principal y verduras o ensalada de acompañamiento. Así sabrás que no te equivocas.
Conoce a tus enemigos
Evita los fritos, rebozados, cremas y todo lo pegajoso. Son los que más calorías o azúcar tienen. Opta por comida al horno, a la brasa, al vapor, hervida, cocida o salteada. Es mucho más sano.
Pregunta y pide si hace falta
¿Cuál es el acompañamiento? ¿Puedo cambiar las patatas fritas por verdura? ¿Es posible pedir solo la mitad? ¿Puede llevarse la mayonesa? No tengas miedo y habla. Es la única forma de conseguir una versión sana de lo que quieres.
Investiga acerca del restaurante
La mejor manera de no caer en la tentación es no abrir el menú. Te preguntaras que cómo se hace. Busca el restaurante antes de ir, lee el menú y escoge algo sano. Una vez allí, pídelo sin mirar nada más. Así las tentaciones no elegirán por ti.
Comer sano cada día puede convertirse en todo un desafío. Pero sabemos que con la preparación adecuada, un objetivo en mente y la suficiente fuerza de voluntad para ser constante, puedes hacerlo.