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Juegos del hambre: La historia que hay detrás del tracto digestivo

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El hambre es un sentimiento misterioso. A veces nos sentimos hambrientos. A veces no del todo. Algunos deportes nos dejan una sensación de hambre como si pudiéramos comernos una vaca, mientras que otros nos dejan con malestar. Aunque raras veces pensemos un segundo en el tracto digestivo, es quien realmente está detrás de estas sensaciones incontrolables que has estado experimentando. Y el tracto digestivo no es únicamente responsable del hambre, sino que también procesa todos los alimentos y nutrientes que comes de manera eficiente para que puedas dar el máximo durante el entrenamiento y te protege de gérmenes malos para estar sano. Aquí te explicamos cómo funciona:

Hora de comer – ¿Qué sucede en las siguientes horas?

Primero

Cuando comes algo, la comida se aplasta mecánicamente en la boca – siempre con la ayuda de los dientes y de la saliva (acción también conocida como masticar). Dato curioso: ¡Producimos 0,5 a 1,5 litros de saliva al día! En caso de que no lo sepas, eso es bastante. Después de masticar la comida, esta se transporta gracias a los movimientos musculares rítmicos del esófago y de este al estómago.

Después

Dentro del estómago, un jugo ácido (pH con valor de 2) se encarga de procesar el alimento. El jugo digestivo – que en su mayoría contiene ácido clorhídrico – tiene dos tareas principales: matar gérmenes, lo cual es crucial para ti como Atleta para mantenerte sano, así como la descomposición de proteínas e hidratos de carbono. Verás en un segundo por qué esto es tan importante para el proceso de la comida ingerida.

Después de eso

Al dejar el estómago, la comida, que en esta etapa se parece a algo como al porridge, se mueve al duodeno donde se junta con el jugo pancreático – principalmente contiene enzimas digestivas – y la bilis. Las grandes proteínas y los hidratos de carbono complejos así como las grasas no se pueden transportar a través de la membrana celular del intestino delgado (sí, esa es la siguiente parada para el “porridge”). Por esa razón el jugo digestivo, así como las enzimas del páncreas tienen un papel tan importante en la descomposición de las proteínas, de los hidratos de carbono y de las grasas. El páncreas segrega un volumen de enzimas (proteínas) que es igual a la cantidad de 5-15 gramos al día – algo excepcional. No te preocupes, algunas de las enzimas (proteínas) se volverán a ingerir. Como algunas grasas no se pueden desintegrar con agua, la bilis funciona como un tipo de jabón que las descompone. Además, la vesícula biliar absorbe los productos de desecho que el intestino delgado no puede procesar más adelante.

El transporte

Las así llamadas “superestrellas” de todo el proceso digestivo dentro del intestino delgado son los transportadores. Muchas sustancias no pueden pasar por la membrana celular dentro del intestino delgado, por lo tanto, cada sustancia tiene su propio transportador especial. Los transportadores de hidratos de carbono se extienden por todo el intestino delgado, lo que significa que casi toda la glucosa se puede transportar a través de las células del intestino delgado. Para las proteínas, es diferente: no parece que haya muchos transportadores dentro del intestino delgado. ¿Por qué? Los científicos midieron si el cuerpo era capaz de desarrollar un aminoácido (componentes básicos de las proteínas) estable tomando suplementos en forma líquida, como los batidos de proteínas. Lo que descubrieron es que la rápida inundación del intestino delgado no podía generar un nivel estable de aminoácidos dentro de la sangre. Esto podría significar que el cuerpo no es capaz de absorber muchas de las proteínas que comemos debido a la falta de transportadores. Por esa razón se recomienda comer proteínas en forma sólida, un posible suplemento podría ser una barrita de proteínas.

Las vitaminas A, B, C, D, E y K también se absorben en el intestino delgado y en el intestino grueso (colon) – el destino final de los alimentos ingeridos. Aquí, se ingiere principalmente agua y electrolitos antes de eliminar los productos de desecho restantes.

Después de entrenar

¿Conoces esa sensación común de no ser capaz de comer una comida adecuada justo después de una sesión de entrenamiento difícil? Suena algo exagerado, pero el cuerpo está entrenado para suministrar a los órganos y a las partes del cuerpo que son esenciales para sobrevivir en situaciones estresantes. Estos son el corazón, los pulmones y los músculos. Tu tracto digestivo permanece en silencio.

Probablemente hayas también experimentado una sensación de enfermedad después de una sesión de entrenamiento intenso. ¿Por qué? Hacer ejercicio de forma anaeróbica, significa que se acumula una gran cantidad de ácido láctico dentro de nuestra sangre. Normalmente, los ácidos se excretan a través de la respiración y de los riñones. En este caso, sin embargo, el alto valor de pH no se puede compensar con los riñones y con la respiración. El cuerpo entonces tiene que encontrar otra forma de eliminar el ácido. Una manera es perder el ácido a través del jugo digestivo del estómago, pero puedes sentirte muy mal. Puede ser tan intenso que tienes que vomitar. Así que no te preocupes, ahora ya sabes que no eres el único.