Se trata de un arma secreta a la que todas las personas tienen acceso, pero solo unas pocas se benefician de: las primeras horas de la mañana. Pregunta a casi cualquier alto directivo o a un Atleta profesional y te dirán que una de las principales razones detrás de su éxito y altos niveles de productividad, es empezar el día temprano. Es verdad, al que madruga, Dios le ayuda. Aquí te explicamos por qué:
Qué dice la ciencia
¿Qué pasa si eres ese tipo de personas que prefiere quedarse un poco más en la cama? ¿Significa que te estás perdiendo algo? ¿Qué no estás alcanzando todo tu potencial? La ciencia dice que sí. La razón de esto radica en la interacción de la hormona del sueño, la melatonina, y la hormona del estrés, el cortisol. La glándula pineal en nuestro cerebro libera melatonina en la noche y cuando anochece. Esto significa que la melatonina disminuye durante el día, mientras que el cortisol aumenta. Dependiendo de la duración del día y si es verano o invierno, el pico de producción de cortisol se alcanza sobre las 6.30 de la mañana cuando solo queda un poco de melatonina en la sangre. Desde un punto de vista hormonal, es durante este período de tiempo, entre las 6.00 y las 9.00 de la mañana, cuando alcanzamos nuestro rendimiento mental óptimo.
Qué dice una persona madrugadora
Normalmente se puede fiar uno de la ciencia, pero no es siempre creíble. Así que hemos preguntado a algunas personas madrugadoras cómo esas horas mágicas adicionales se han convertido en su ventaja competitiva.
Razón #1: Es un impulsor del ánimo
“Me despierto pronto para tener tiempo para meditar, de lo contrario estaría de muy mal humor durante todo el día.”
“Entrenar por la mañana me da energía, así que empiezo el día en un nivel superior.”
“Al levantarme temprano, mientras otros siguen durmiendo, me da la sensación de que voy por delante.”
Razón #2: Tiempo para ti
“Es el único momento del día que es completamente para mí. Mucha gente entrena, pero yo leo y escribo. Cuando otros se despiertan, yo ya he escrito tres páginas y por lo general leo durante una hora. Te conoces mejor cuando estás tú solo con tus pensamientos. También consigues cosas para las que no creías tener tiempo. He leído unos 20 libros este año y he escrito algunas historias cortas. ¿Cuándo tendría tiempo de hacerlo si no me levantara temprano?”
“Cada mañana me despierto a las 5 de la mañana, entreno, estiro, utilizo el rodillo de espuma, luego disfruto de un buen café y un desayuno delicioso, todo a mi ritmo, sin prisas. Esto significa que todos los días empiezo trabajando en mi objetivo personal. Después, puedo empezar a trabajar y llevar a cabo otras responsabilidades satisfecho, sabiendo que ya he hecho algo para mí mismo – me parece algo muy importante”.
Razón #3: Sacar adelante las tareas
“Respondo algunos mensajes y correos electrónicos, así que cuando las personas llegan a la oficina, estoy al día y puedo empezar mi trabajo de verdad”.
“Es la calma antes de la tormenta, es el momento en el que mejor me concentro y puedo ser más productivo sin que nadie me moleste”.
Razón #4: Es la parte más hermosa del día
“¡Mucha gente no es consciente del gran impacto que un amanecer sobre una calle vacía puede tener en su día! Cuando trabajas muchas horas en invierno, ¡este puede ser el único rayo de luz que veas en todo el día!”
“Para aquellos que están siempre ocupados, las mañanas que pasan con sus seres queridos en el lugar de entrenamiento puede cambiar toda su relación.”
“Agradeces la tranquilidad. No hay tanto bullicio, no hay que esperar en una cola para tomar el café de la mañana y siempre hay un asiento vacío en el metro.”
Todo lo que necesitas para convertirte en una persona súper productiva es hacer unos pocos cambios sencillos en tu rutina. Esta noche deja a un lado el programa de televisión que tanto te gusta, esa cena fuera de casa o conectarte a Internet hasta tarde. En cambio, ve pronto a la cama, despiértate más temprano y haz todas las cosas que normalmente no tienes tiempo para hacer por la mañana. “No tener tiempo” no es una excusa. Es una razón.
Se supone que la vida está para vivirla, no para dormirla.