«No tiene sentido entrenar; soy un respondedor bajo».
Cuando se trata de una actividad física, algunas personas ven los resultados mucho más rápido que otras, incluso si están siguiendo el mismo programa. Estas personas son afortunadas porque son respondedores altos.
Según explica Florian Nock, experto de entrenamiento, cuando hablamos de un tipo específico de programa de entrenamiento, no es el fin del mundo ser un «respondedor bajo». El espectro de respuesta al entrenamiento no se limita solo a ser un respondedor alto o bajo.
¿Qué son los respondedores bajos y altos?
Las personas tienen respuestas diferentes a la hora de entrenar y algunas progresan más rápido que otras. Para poder entender este proceso, los científicos han realizado varios estudios. Conforme a los resultados obtenidos, determinaron que las personas pueden clasificarse en personas que responden de manera alta y baja al ejercicio.
¿Cuál es la diferencia? Las personas que responden de forma alta (respondedores altos) ven resultados rápidos y parece que alcanzan más rápidamente sus objetivos de entrenamiento. Por el contrario, los respondedores bajos son aquellas personas a las que les lleva más tiempo ver los resultados del entrenamiento, sin importar lo duro que entrenen. Puede que ambos tipos de personas sigan el mismo programa de entrenamiento, pero no progresan de la misma manera.
Sin embargo, el índice en el que se ven los resultados no es tan sencillo y está sujeto a muchos más factores.
Factores intrínsecos: tu genética define cómo respondes al ejercicio.
La genética desempeña un papel importante en cómo respondemos al entrenamiento. Los científicos han identificado al menos 15 genes asociados al rendimiento físico y a los rasgos específicos de la musculatura que predicen el potencial para el desarrollo de la potencia y de la resistencia. Estos genes regulan varios factores como el tamaño de los músculos y el tipo de composición de las fibras. Por esa razón parece que algunas personas se adaptan mejor al entrenamiento de resistencia y otras al entrenamiento de fuerza.
Otros factores intrínsecos que impactan en cómo respondemos al ejercicio y a los resultados son el género, los hábitos en la infancia, la edad y los niveles de hormonas.
Factores extrínsecos: romper con el límite genético
Aunque no puedas hacer mucho sobre tu ADN, existen algunos factores extrínsecos y no genéticos que podemos controlar y que suponen una gran diferencia cuando se trata del progreso y de la composición del cuerpo.
La alimentación, la rutina diaria, el estrés y el sueño tienen un gran impacto en cómo respondemos a un programa de entrenamiento y en cómo cambia nuestro cuerpo. Con una alimentación y descanso adecuados, alguien que se considere un respondedor bajo podría, con el tiempo, invertir la situación.
Todos somos únicos: entrenar de manera diferente para obtener resultados diferentes.
A pesar de estos diversos factores, la razón principal por la que los respondedores bajos no ven resultados es simplemente porque siguen el programa de entrenamiento equivocado.
Un estudio de 2017 demostró que las personas responden de maneras diferentes al entrenamiento de cardio. En lo que respecta a la mejora del VO2 máx., algunos sujetos vieron mejores resultados mientras practicaban ejercicio aeróbico de baja intensidad, mientras que otros lograron mayores mejoras con HIIT.
Otro estudio realizado por el Instituto de Fisiología de Zúrich en 2017 concluyó que una razón por la cual algunas personas no responden al entrenamiento es que simplemente no entrenan lo suficiente. Mientras que el sobreentrenamiento es definitivamente algo de lo que hay que tener cuidado, algunas personas necesitan más sesiones que otras para obtener los mismos resultados.
Por último, la capacidad de reacción al entrenamiento también depende de los parámetros en los que se mida. Por ejemplo, si se sigue el mismo programa de entrenamiento de resistencia, se podría considerar a algunos sujetos como personas «de alta respuesta» para ganar fuerza pero «de baja respuesta» para el crecimiento muscular.
Resumanos:
Es un hecho que algunas personas responden más rápido al entrenamiento que otras. Pero entran en juego muchos factores diferentes cuando se trata de ver resultados del entrenamiento. Si piensas que eres una persona de respuesta baja, cambiar tu programa de entrenamiento y realizar algunos cambios de estilo de vida son una manera estupenda de empezar a ver resultados.
