¿Cómo se aprenden cosas nuevas? ¿Cómo se cambia? ¿Cómo se crece? ¿Cómo se mejora? La respuesta a todas estas preguntas es, planteándose nuevos retos. Sin desafíos, no hay cambios. Uno no se levanta de pronto una mañana siendo una persona diferente, con nuevas habilidades. Tienes que marcarte tus objetivos tan fijamente que los obstáculos se conviertan en una motivación y los fracasos en un trampolín. Sin embargo, es importante que te marques los objetivos adecuados y que avances por el buen camino. A continuación te explicamos cómo marcarte tus objetivos y la mejor forma de conseguirlos.
Mírate al espejo
Primero, tienes que decidir cuál es tu objetivo. Suena obvio, ¿verdad? Sin embargo, mucha gente no emplea el tiempo suficiente en plantearse cuál es el mejor objetivo para ellos. Mírate al espejo. No te fijes solo en tu aspecto, mírate a los ojos y pregúntate: “¿Qué necesito cambiar en mi vida?” “¿Qué me lo está impidiendo? ¿Por qué no estoy viviendo la vida que quiero?” Averígualo y ese será tu objetivo.
Asegúrate de que es tu objetivo, y no el de nadie más
Sea cual sea tu objetivo, tienes que desearlo por ti, y no por nadie más. Que no te importe que los demás no estén de acuerdo o no lo entiendan. Tú decides lo que es mejor para ti, tú decides tu futuro.
Visualízalo
Ya sabes que tu imaginación desempeña un papel muy importante en tu éxito. Está demostrado que para conseguir algo en la vida, primero deberás visualizarlo. Todos los días, imagina cómo te sentirás consiguiendo tu objetivo en general. Imagínate el momento con todo detalle: quién estará ahí contigo, cómo te sentirás, el aspecto que tendrás. Luego, ponte manos a la obra para hacerlo realidad.
Que se pueda medir
En lugar de decir “quiero perder peso” o “quiero un nuevo trabajo”, fíjate una fecha, una cantidad, un momento y un lugar. Por ejemplo, “quiero que me valga esta camiseta en los próximos tres meses” o “quiero ser jefe de departamento dentro de un año”. Saber exactamente lo que has avanzado será lo que más te motive para seguir adelante.
Trabaja en ello todos los días
No esperes a que pase algo. Haz tú que pase. No tiene por qué ser una transformación total. Acércate cada más a tu objetivo con pequeños gestos diarios. Elige un aderezo más sano para tu ensalada o levántate 30 minutos antes para un workout. Un pequeño avance es mejor que no progresar nada.
No pienses en lo que te costará alcanzar tu objetivo, eso es lo de menos. Lo importante es que tienes un objetivo. Ponte el listón alto y no pares hasta que lo consigas.