Las lesiones son una pesadilla para muchas personas, especialmente para los Atletas. Sin embargo, es importante que no pierdas de vista tus objetivos ni te olvides de tu plan nutricional, incluso cuando no puedas entrenar.
Veamos cómo y por qué deberías hacerlo.
¿La nutrición puede curar lesiones?
Antes que nada, hay algo que debemos dejar en claro: aunque muchos afirmen lo contrario, las lesiones no se «curan» a través de la nutrición. Eso es un mito.
Tu cuerpo sanará por sí solo si le das suficiente tiempo y descanso. Sin duda, seguir una dieta con cantidades adecuadas de calorías y nutrientes es esencial para mantenerte saludable a largo plazo.
Pero no existen soluciones mágicas rápidas que aceleren la respuesta del cuerpo a las lesiones y el proceso de recuperación.
Si bien algunos estudios han demostrado que ciertos nutrientes, como los ácidos grasos omega-3 y la vitamina D, favorecen de alguna manera el proceso de curación de nuestro cuerpo, los efectos observados distan mucho de ser significativos.
Por mucho que deseemos que sea cierto, no podemos simplemente consumir enormes cantidades de cualquier vitamina, mineral, extracto de hierbas o superalimento y pretender que esto impulse automáticamente la recuperación.
Es importante tener un equilibrio saludable entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6 y un buen nivel de vitamina D, como ocurre con la mayoría de las vitaminas y los minerales esenciales. Mantener estos niveles sin duda te ayudará a largo plazo. Pero no esperes lograr una recuperación fantástica inmediatamente después de tomar un suplemento que prometa tales resultados.
Dicho esto, es importante que sigas comiendo sano y seas consciente de tu nutrición mientras te recuperas de una lesión. ¡Sufrir una lesión no significa que tengas vía libre para ignorar lo que le das a tu cuerpo!
Si bien no hay nada que podamos consumir para volver a sentirnos al 100 % como por arte de magia en unos pocos días, el cuerpo puede recuperarse por sí solo de una manera realmente sorprendente a través de sus capacidades de curación innatas.
El hecho de que el cuerpo pueda reparar el daño que ha sufrido es algo mágico, si te pones a pensarlo. Solo se necesita tiempo y paciencia. Deja que tu cuerpo haga su trabajo sin perder de vista tus objetivos a largo plazo.
¿Hacer dieta o no hacer dieta?
Si tu objetivo actual es perder peso, seguramente te harás esta pregunta: ¿debería mantener un déficit calórico o necesito comer más para recuperarme mejor?
En general, lo que determina el aumento y la disminución de la masa corporal es nuestra ingesta calórica o, más precisamente, el exceso o déficit de dicha ingesta en relación con nuestro gasto calórico.
Las actividades, como el ejercicio, o las afecciones, incluidas las lesiones, pueden aumentar ligeramente la necesidad de calorías.
Sin embargo, aunque ciertamente no tendría sentido que te murieras de hambre durante una lesión, mantener un déficit calórico bajo o moderado no entorpecerá tu recuperación.
A fin de cuentas, el aumento en la demanda de energía debido a una lesión no es tan significativo como se podría pensar. Por otro lado, el hecho de no poder hacer ejercicio disminuirá considerablemente tu gasto calórico durante la lesión. Así que, si tu objetivo es perder peso, sigue con el déficit calórico.
Otro factor importante aquí es el consumo de proteínas: asegúrate de consumir una cantidad adecuada de proteínas. Te ayudará a mantener intacta tu masa magra (es decir, tus músculos), así como a perder peso con mayor facilidad.
Sigue ganando musculatura
¿Tu objetivo actual es ganar musculatura? En ese caso, puede que no te interese tanto estar en un déficit calórico. ¡Solo tienes que asegurarte de comer suficiente proteína!
Si estabas siguiendo una rutina de entrenamiento antes de la lesión, tus músculos seguirán creciendo durante un tiempo más. El crecimiento muscular continuará durante un breve periodo, incluso si no puedes entrenar debido a una lesión.
Esto se debe a que los músculos no crecen durante el ejercicio, sino durante nuestra recuperación tras el ejercicio.
Por lo tanto, si bien puede resultar tentador reemplazar tus comidas habituales por dulces y otros alimentos reconfortantes para aliviar la frustración que te produce el no poder entrenar, este no es el camino que deberías tomar.
No hay que subestimar el efecto que una nutrición adecuada puede tener en los músculos a largo plazo. Prioriza el consumo de proteínas. ¡Te alegrarás de haberlo hecho cuando vuelvas a entrenar y compruebes que no has perdido tu progreso!
Puntos clave para el periodo de recuperación y curación
Hay mucha (des)información dando vueltas sobre cómo se pueden tratar las lesiones a través de la nutrición. Y aunque ciertamente no hay nada de malo en obtener cantidades adecuadas de nutrientes, estos no son en absoluto una solución mágica.
Tu cuerpo se encargará de la lesión por sí solo. La clave es asegurarte de que tu mente esté en el lugar correcto para favorecer la recuperación: enfócate en mantener una alimentación adecuada y sigue comiendo sano de manera constante.
Recuerda que, aunque no estés comiendo con el objetivo de obtener energía para realizar workouts intensos mientras te recuperas de una lesión, comer bien regularmente puede considerarse un progreso.Sigue así y será solo una cuestión de tiempo hasta que te recuperes y puedas volver a entrenar.