Estar constantemente ocupado, correr de un sitio a otro, ir de reunión en reunión o incluso de país en país puede hacer que tu dieta pase a un segundo plano. Pero si te tomas en serio tus objetivos de salud y fitness, relajarte demasiado con lo que comes puede dificultar tu progreso. Después de todo, es absolutamente cierto lo que dicen: el ejercicio no compensa una mala dieta.
Incluso si estás muy ocupado, comer bien cuando estás fuera de casa debe ser una de tus principales prioridades, y estos consejos pueden ayudarte a facilitar las cosas:
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Llévate un snack
Para no caer en la tentación de comer de forma poco saludable cuando estás fuera de casa, asegúrate de contar con una buena cantidad de snacks saludables que puedas llevar contigo y consumir fácilmente. Organizar tus snacks para llevar puede ahorrarte dinero a largo plazo y a la vez evitar que tomes malas decisiones por impulso. Tanto una barrita de proteínas como una porción previamente medida de frutos secos sin sal son buenas opciones. Preparar tus snacks con anticipación también puede ayudarte a controlar los tamaños de las porciones.
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Prepara tus comidas con anticipación
Si tienes poco tiempo, preparar comidas con anticipación o en lotes puede ayudarte a ahorrar tiempo y dinero. Dedica un par de horas los fines de semana a cocinar en lotes y deja listas tus comidas para la semana. Las sopas caseras, las ensaladas, las verduras asadas, los huevos duros y los muffins salados son todas buenas opciones.
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No te saltes el desayuno
Si tiendes a comer fuera de casa, es probable que lleves una vida agitada, pero por muy ocupado que estés, es importante comenzar bien el día con un buen desayuno. Desayunar ayuda a acelerar el metabolismo y a evitar los antojos, y no tiene por qué ser algo complicado. Una excelente opción para un desayuno saludable fuera de casa es la avena remojada durante la noche, que puedes preparar la noche anterior remojando copos de avena en leche o yogurt y añadiendo tu fruta favorita. También puedes hacer un pudín de semillas de chía rico en proteínas para que te dure toda la semana mezclando semillas de chía con leche de coco, un poco de extracto de vainilla y bayas o frutas tropicales.
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Invierte en una botella de agua reutilizable
Una de las reglas fundamentales para una nutrición saludable sobre la marcha es no olvidarse de beber agua, especialmente cuando hace calor. También es importante recordar que el alcohol, el café y las bebidas gaseosas no reemplazan el agua, por lo que vale la pena invertir en una botella de agua reutilizable y mantenerla llena para poder ir bebiendo durante todo el día. Cuando te deshidratas, aunque sea solo un poco, tu cerebro puede confundir la sed con el hambre y provocar apetito y antojos. Además, la deshidratación puede disminuir tus niveles de energía, lo que te hará menos propenso a mantenerte físicamente activo.
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Presta atención a lo que hay en tu plato, incluso cuando comes fuera
Por más esfuerzos que hagas para planificar, puede que a veces te veas en la necesidad de comer en un restaurante o de comprar algo rápido por el camino. Comer fuera no significa que tengas que abandonar tus hábitos de alimentación saludable por completo; solo tienes que hacer algunos ajustes saludables. Por ejemplo, pide el aderezo aparte y elige opciones horneadas, hervidas o a la parrilla en lugar de fritas.