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¡No te fíes de la balanza! Hay otras formas mejores de medir tu progreso.

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El peso no es el único indicio de que estás progresando. Si te fijas solamente en lo que marca la balanza para valorar tu progreso, es muy probable que te decepciones y acabes frustrado. La verdad es que si te entrenas correctamente, no bajarás de peso tan rápido como crees. Esto se debe al hecho de que ganarás musculatura, la cual tiene una mayor densidad que la grasa. Es decir, que pesa más con menos volumen. Deja de centrarte en los números, en su lugar aquí te ofrecemos métodos más acertados para medir tu progreso.

Mírate al espejo

El espejo nunca miente. A diferencia de la balanza que solo muestra números, el espejo refleja tu silueta, y así puedes ver si has ganado en tonificación o en masa muscular. Te muestra cuánto ha cambiado tu figura y las zonas que necesitas ejercitar más.

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Echarle un vistazo a tus tiempos y comentarios después de cada entrenamiento te ayudará a saber cuánto han mejorado tus sesiones de ejercicio. Tras algunas semanas, notarás una enorme diferencia en tus tiempos y en tu rendimiento. No hay ninguna duda al respecto. Además, la transición de comentarios como “Casi me doy por vencido”, “La próxima lo haré mejor” a otro tipo de comentarios como “La rutina Aphrodite me salió perfecta” o “Hoy me he demostrado a mí mismo que nada es imposible” es un clarísimo indicio de progreso.

Confianza en ti mismo

El progreso no es solamente físico. También aumentarán tus niveles de energía y de confianza en ti mismo. ¿Pero cómo se mide eso? Pregúntate, por ejemplo, “¿He empezado algún proyecto nuevo?” “¿Me he animado a hacer algo que antes no hubiera hecho?” Si respondes afirmativamente, eso quiere decir que tienes más confianza en ti mismo. Te sientes mucho más cómodo a la hora de aceptar nuevos desafíos. A veces, eso es todo lo que uno necesita para seguir motivado y avanzando.

Tu alimentación

Tu actitud con respecto a la comida cambiará. ¿Por qué? Porque cuando veas los resultados positivos de seguir una dieta sana, te sentirás orgulloso de ti mismo y de tu progreso, lo que te motivará a continuar por ese camino. Si antes te dabas atracones de comida basura y ahora te sientes culpable si lo haces o ya no tienes ese antojo, es una buena señal de que estás progresando.

Si los números de la balanza no cambian, no te des por vencido. No pierdas de vista tu objetivo. Recuerda: tú tienes el control de los números. Los números no te controlan a ti.