Convertirse en un mejor Atleta: el miedo al fracaso contra la esperanza de éxito.
El rendimiento de un Atleta no depende solamente de cuántas horas pasa en el lugar de entrenamiento. Está más ligado a los motivos y a las razones que lo mueven a actuar. Cuando alguien está animado a conseguir un logro, este motivo se produce, por lo general, en 2 dimensiones: la esperanza de éxito y el miedo al fracaso. Mientras que la primera dimensión crea Atletas fuertes, centrados y sin miedo, la segunda puede derivar a indecisiones, dudas o en derrumbarse en los momentos difíciles.
Al responder las siguientes preguntas – sinceramente – puedes determinar si eres un Atleta que tiene esperanza o miedo, y descubrir estrategias para asegurarte que tu motor te lleva de manera positiva hacia nuevos retos y oportunidades, para así convertirte en tu mejor versión.
Esperanza de éxito
¿Te gustan los retos y los buscas de manera activa? ¿Estás dispuesto a renunciar a las comodidades para ganar reconocimiento? ¿Te gusta compararte con otras personas y competir para ser el mejor? ¿O estás seguro de que alcanzarás un objetivo, sin importar lo que cueste? Si esto te resulta familiar, entonces eres un individuo impulsado por el logro y la esperanza de éxito motiva tus acciones.
Miedo al fracaso
¿Evitas participar en competiciones y entrenar con otras personas por si te ven fracasar? ¿Sueles pensar en las cosas malas que pueden pasar antes de una rutina o de una competición? ¿O sueles poner excusas por tu rendimiento incluso antes de haber empezado? Si esto te recuerda a ti, entonces perteneces a la categoría del miedo al fracaso, y ese miedo es lo que te motiva.
Se puede dar el caso de que estés motivado por las dos situaciones – esperanza de éxito y miedo al fracaso. En este caso estar guiado por una fuerte sensación de habilidad y preparación, mientras que al mismo tiempo temes perder lo que ya has alcanzado – puedes entrenar más duro que otros para evitar cualquier fracaso. Esto te ofrece una oportunidad de rendimiento excepcional, pero también abre el camino a sufrir lesiones, al entrenamiento en exceso y a la indecisión. Si ninguna de estas opciones va contigo, lo más probable es que no estés motivado por el logro, sino que estás más bien motivado por el poder o la vinculación. Te ofreceremos información sobre esto en el siguiente artículo.
Entonces, ¿cuál es la diferencia en cuanto a estas personas y a su nivel de éxito? Lo sentimos por aquellos que tienen miedo al fracaso, pero hay estudios que demuestran que los Atletas más exitosos, fuertes y constantes están motivados por una esperanza de éxito. ¿Por qué?
Si esperas a tener éxito, serás capaz de fijar objetivos claros que sean desafiantes, pero realistas. Por otro lado, aquellos que tengan miedo al fracaso, tienen una imagen no realista de la perfección y se centran más en lo que podría ir mal y en las influencias externas como la reacción de otras personas, en lugar de un posible resultado positivo. Esta percepción distorsionada del fracaso puede hacer que un individuo abandone, engañe o entrene más duro – potencialmente poniendo su salud en riesgo, especialmente cuando están impulsados por ambas categorías, la esperanza de éxito y el miedo al fracaso. Puede incluso que te sorprenda cuántos Atletas profesionales corresponden a esta categoría, ya que la enorme cantidad de entrenamiento que estos Atletas están dispuestos a aceptar para evitar el fracaso les permite alcanzar niveles de rendimiento de categoría mundial.
Pero no confundas el miedo al fracaso con la falta de motivación. Esto significa simplemente que el miedo al fracaso es la motivación para actuar de cierta manera. Recuerda: si imaginas el fracaso, es más probable que fracases o pospongas las cosas.
Lo bueno es que hay estrategias de intervención que pueden ayudar a un Atleta a trabajar en estos temas. Entre otros, este incluye por ejemplo, fijar objetivos, regular las emociones, realizar entrenamiento mental o practicar la visualización. Incluso si eres un Atleta de esperanza de éxito, estas estrategias te ayudarán a estar centrado y a superar la indecisión con más facilidad. Aquí te presentamos algunos ejemplos:
- Recordarte con regularidad los logros anteriores y recompensarlos.
- Aprender a fijar objetivos con eficiencia – ej. fijar objetivos INTELIGENTES y reorganizar objetivos relacionados a la autenticidad (cuánto se relacionan mis objetivos con mis auténticos intereses y valores – auto-concordancia) y luego visualizarlos.
- Aprende métodos de relajación como técnicas de respiración o relajación muscular progresiva (PMR) para regular/controlar tus emociones en determinadas situaciones. También puedes practicar tu rutina en tu cabeza con regularidad (entrenamiento mental) para llegar a ser más eficiente y sentirte mejor preparado por el rendimiento real o la competición.
- El “qué pasa si” – cada vez que piensas en lo que podría ir mal, te obliga a pensar en lo que podría ir bien. Por ejemplo: “¿Qué pasa si no consigo mi PB?” contra “¿Qué pasa si consigo mi PB?” o “Y qué si no consigo mi PB, aún así lo hice.”
La próxima vez que te veas posponiendo algo, piensa si es tu miedo al fracaso el que toma el control de tu mente. Si es así, te recomendamos empezar a superarlo cuanto antes. Si el entrenamiento con otros te asusta… únete a un grupo de entrenamiento. Inscríbete a una carrera. Intenta algo nuevo – la cosa que siempre pensaste que era genial, pero también te daba miedo hacerlo. Pronto verás que el fracaso no es algo tan malo a pesar de todo, es también un elemento imperativo de tu trayectoria como Atleta y puede ayudarte a convertirte en un mejor Atleta.
Para experimentar éxito tienes primero que esperarlo, luego trabajar para conseguirlo.