Mejora tu diálogo interno. Mejora tu rendimiento

Seguro que conoces ese momento en el que empiezas a perder la confianza, te asaltan las dudas y te replanteas todo. Es algo normal antes de un evento importante, como una entrevista, una presentación o incluso una cita.

Pero es algo que también puede ocurrir al entrenar. Quizá quieras correr más rápido, lograr un nuevo PB o levantar más peso. Sea lo que sea, si no ves resultados, puede que empieces a dudar de ti.

Las dudas, esas cosas negativas que piensas sobre ti, se van acumulando poco a poco, y cuando llega la hora de la verdad, tu confianza está por los suelos. Si tu diálogo interno es negativo, es muy probable que no seas capaz de rendir a tu mejor nivel. Esto puede provocar un círculo vicioso en el que te desanimas y te frustras, que es justo lo contrario que necesitas cuando intentas conseguir tus objetivos.

Por eso, el diálogo interno es crucial para el rendimiento. Veamos cómo puedes usarlo a tu favor.

Se habla mucho del diálogo interno, ¿pero qué es exactamente? En pocas palabras, son los pensamientos que recorren tu mente en un momento determinado. Son las cosas que nos decimos, como «¡No tengo fuerza para levantar esa pesa!».

Pero el diálogo interno no tiene que ser negativo. Pensar en cosas como «¡Bien hecho!» o simplemente «¡Sí!» al completar 5 km en un tiempo récord, también se considera diálogo interno.

Todo el mundo lo hace, y cuando son pensamientos positivos, se ha demostrado que es tremendamente útil. En el ámbito de la psicología deportiva, se han hecho muchos estudios sobre los efectos del diálogo interno.

Esto es porque los atletas saben muy bien lo beneficioso que es el diálogo interno positivo, y lo destructivo que puede llegar a ser el diálogo interno negativo. La clave es aprender a aprovechar esa positividad para que puedas sobresalir a la hora de entrenar.

Ahora que ya hemos hablado del diálogo interno, profundicemos más en el diálogo interno motivador. Esta técnica incluye un poco de preparación, pero la idea es planificar una serie de pensamientos que puedas usar para animarte a llevar a cabo una acción determinada.

No tiene por qué ser complicado. Puede ser algo tan sencillo como «¡Puedes hacerlo!». Los mejores pensamientos son breves y van al grano para ayudarte a enfrentarte al desafío que tienes por delante con una actitud positiva.

Parece insignificante, ¡pero funciona de verdad! Esto es porque los pensamientos motivadores preparan a tu cuerpo y tu mente y son un sutil recordatorio de cómo deberías pensar y sentirte para afrontar lo que viene. Es como asfaltar un camino para tu mente.

Y las ventajas van más allá de ayudarte a pasar a la acción. Identificar este tipo de pensamientos clave también puede potenciar tu compromiso y, en algunos casos, incluso tu confianza, pero a veces todo al mismo tiempo. Desarrollar una serie de pensamientos positivos que te animen a hacer algo: eso es el diálogo interno motivador.

El diálogo interno motivador es una técnica eficaz para el día a día, pero también tiene un impacto directo en tu entrenamiento. Las cosas que te dices antes y durante un entrenamiento determinan cómo te enfrentas a la sesión y, en última estancia, lo bien que rindes.

El diálogo interno también influye en los niveles de energía que tienes al empezar, en cuánto esfuerzo le pones e incluso en cómo reaccionas cuando tu cuerpo está demasiado cansado. Imagina que estás en medio de una serie larga de Burpees. Tienes la tentación de parar, pero hay una voz que te dice: «¡Sigue! ¡Tú puedes! ¡Respira!». Estas palabras pueden darte el impulso de energía que necesitas para seguir adelante.

El diálogo interno se puede usar en muchos momentos distintos de los entrenamientos. Si vas a probar un nuevo workout y quieres aumentar las probabilidades de rendir bien, usa esta técnica. Y si quieres lograr un nuevo PB, también.

¿Y sabes qué es lo mejor? Los beneficios son inmediatos. Se convertirá en algo más natural conforme vayas practicando, pero puedes notar mejoras en tu rendimiento desde el primer momento en que lo pruebes.

Ahora que ya conoces los beneficios del diálogo interno positivo, veamos cómo usarlo para alcanzar tus objetivos.

Estos son algunos consejos para ayudarte:

• Anticípate: identifica una situación en la que quieras mejorar tu rendimiento. Quizá sea un workout que te cause inquietud o que te haga dudar de ti. O una situación en la que necesites una dosis extra de energía y confianza para poder rendir al máximo.
• Haz una lista: recopila una serie de pensamientos sencillos, ya sean palabras sueltas o frases cortas, que encajen con el contexto de la situación a la que vas a enfrentarte. Por ejemplo, si has tenido dudas sobre tu capacidad para completar una serie de Deadlifts en un entrenamiento, puedes apuntar frases como «No te detengas» o «Puedes hacer cosas aún más difíciles».
• Cambia los pensamientos negativos con ideas positivas: identifica los pensamientos negativos que te vienen a la mente en momentos estresantes y transfórmalos en afirmaciones positivas. Por ejemplo, en lugar de pensar «Esto pesa demasiado» al levantar pesas, conviértelo en algo positivo diciéndote: «Soy capaz de levantar esta pesa. Lo he hecho antes. ¡Puedo hacerlo!».
• Prueba y practica tus pensamientos: como todo en la vida, la práctica hace al maestro. Prueba y practica tus pensamientos con frecuencia. Fíjate en cómo te hacen sentir. Si no te sientes del todo bien con algún pensamiento, cámbialo por otro.
• Sácalo fuera: aunque te parezca un poco raro al principio, dale una oportunidad y experimenta. Intenta decir los pensamientos en tu cabeza y en voz alta. ¿Qué te hace sentir mejor? Está demostrado que cuanto más coincidimos con nuestros pensamientos, y más practicamos esta técnica, más efectivos se vuelven. Después de un tiempo, ni siquiera tendrás que pensar en ellos de forma consciente. El diálogo interno positivo se convertirá en algo automático cuando te enfrentes a algún reto.

Se ha demostrado que el diálogo interno ayuda a los atletas a mejorar la atención y su confianza, una razón más para darle una oportunidad. Nuestras voces interiores nos dicen cosas una y otra vez, así que, ¿por qué no canalizarlas para usarlas a nuestro favor? Usa el diálogo interno para enfocar de forma positiva tus autocríticas. Ahora que ya sabes lo que es el diálogo interno, identifica pensamientos que te ayuden a seguir adelante y ponlos en práctica.