Tener un hermano gemelo con quien puedes contar tanto en lo bueno como en lo malo y quien está siempre ahí cuando lo necesitas, es como un sueño hecho realidad para muchas personas. Julian y Marian son afortunados de tenerlo. Actuaron como el reto y el apoyo de cada uno. Como ya hemos compartido la increíble transformación de Julian, ahora es el momento de ver también los cambios espectaculares que ha conseguido Marian en sólo 18 semanas. Prepárate para quedarte impresionado e incluso para inspirarte mucho más.
Hola, me llamo Marian. Tengo 26 años y estudio en Berlín. Justo como mi hermano gemelo, Julian, he estado luchando contra mi peso casi toda mi vida. Siempre fuimos los más delgados en clase cuando éramos niños y esto nunca cambió a lo largo de los años.
Intenté de todo. Me inscribí a un gimnasio durante mucho tiempo, pero no veía ningún cambio. Aunque hiciera ejercicio varias veces por semana, mi peso seguía siendo el mismo. Tras hablarlo con amigos, muchos me decían que necesitaba cambiar mis hábitos alimenticios y aumentar la ingesta de calorías. Dicho y hecho, empecé a comer más que antes y terminé ganando peso. Sin embargo, después de varias semanas, la balanza no registraba los músculos que deseaba. Como consecuencia, acabé simplemente más gordo.
Como prefería estar delgado en vez de gordo, me desilusioné bastante. Cancelé mi suscripción al gimnasio y volví a comer como hacía antes, pero eso tampoco iba a funcionar. Durante un año, invertí mucho tiempo, energía y dinero en un montón de frustración y fracaso. Una gran decepción.
Después de hablarlo con mi hermano Julian, como siempre, decidimos ambos intentar hacer juntos otro “Proyecto para el cuerpo”. Ya habíamos probado Freeletics Bodyweight y realmente nos gustó el programa, así que cuando supimos que Freeletics estaba buscando beta testers para una nueva aplicación para el gimnasio, supimos que teníamos que intentarlo.
Un entrenamiento estricto y estructurado y comer sano era lo que teníamos que hacer durante los siguientes meses. Para ser sincero, fui bastante escéptico al principio, ya que pensé que ya había probado este tipo de entrenamiento. Pero pronto me di cuenta de que esta vez era diferente. Aprendí que hacer ejercicio con barras no era tan difícil como pensaba. También aprendí que el entrenamiento funcional con ejercicios duros y básicos desafía al cuerpo completamente de diferentes maneras, más que sentarse en una máquina aburrida en el gimnasio. Hice superseries, aumenté mi peso semanalmente y pasé más tiempo que nunca con mi hermano. Cada día, cocinábamos platos deliciosos que sacábamos del Coach de Freeletics Nutrition y juntos completábamos duras sesiones de entrenamiento cuatro veces por semana.
Sin embargo, no pasó ni un mes y sufrí mi primer contratiempo: enfermé. Estuve durante 10 días fuera de juego y apenas podía levantar el vaso de agua del lado de mi cama. Durante este tiempo, Julian continuó entrenando y cada vez era más fuerte. Mi ambición creció por ello. Por supuesto estaba contento por mi hermano, pero de alguna manera siempre había sido yo el más fuerte y quería seguir siéndolo.
En cuanto me recuperé, me di cuenta de la fuerza que había perdido durante ese tiempo. Lo bueno era que tenía a Julian a mi lado para motivarme. Dediqué más tiempo a entrenar durante los fines de semana, comí siguiendo el plan y completé cada una de las sesiones de entrenamiento dando el 110%. Al final valió la pena. Fui capaz de seguir el ritmo de Julian de nuevo y nuestras sesiones de entrenamiento eran una manera de motivarnos el uno al otro. Por primera vez en mi vida, me sentí como un Atleta. La gente hablaba conmigo sobre mi transformación y poco a poco empecé a ser un asiduo en el gimnasio.
El entrenamiento duro se convirtió lentamente en una rutina para mí también. Hacer la compra, cocinar con antelación e ir a dormir pronto empezó a ser algo normal y natural. Y esa fue la clave de mi éxito: entrenar duro una vez y beber después un batido no te llevará a ninguna parte. Tienes que esforzarte hasta llegar a tus límites todas las veces, sin importar que estés aprendiendo el ejercicio o añadiendo 2 kilos más a la barra. Tienes que planear tu día, cocinar e ir al supermercado de manera inteligente, eso es lo que marca la diferencia. Independientemente de que esté cambiando tu cuerpo, o si tienes otro objetivo en mente que parece inalcanzable: hace falta ser constante y tener fuerza de voluntad. Eso, y también un ambiente que te inspire. Y si no tienes un hermano gemelo, convence a tu mejor amigo y pónganse manos a la obra. Juntos llegarán lejos.
Mira mis fotos. Estuve muy delgado y estuve gordo. Pero ahora estoy exactamente donde quiero estar. He conseguido lo que pensé que sería imposible durante todos estos años.