Cuando empecé por primera vez con Freeletics en agosto de 2014, era la primera vez que hacía cualquier tipo de deporte. Había sido muy delgada durante toda mi vida y nunca sentí la necesidad de hacer ejercicio. Entonces, después de tener una hernia de disco en la columna, me di cuenta que necesitaba hacer ejercicio. Fue entonces cuando descubrí Freeletics.
Aunque me diera por vencida durante mi primer workout – Aphrodite – continué, pero lentamente. Quería ser consecuente con algo; por eso seguí. Y no solo me encantó el entrenamiento, Freeletics me convirtió en otra persona, pasé de ser sedentaria, tímida, perezosa, insegura; de odiar el deporte y mantenerme en mi zona de confort, a ser alguien que estaba centrada, motivada, segura, sociable y siempre dispuesta a enfrentarme a cualquier reto. Al final era alguien de quien podía estar orgullosa. Era mucho más que estar en forma y con un cuerpo tonificado, era ser finalmente el tipo de persona que quería ser. La mejor persona que podría ser.
Freeletics cambió realmente mi vida a mejor, sin lugar a dudas, y estoy muy feliz de no haber abandonado después del primer Aphrodite. Creí tanto en lo que representaba Freeletics que incluso dejé mi trabajo para trabajar allí. En aquel momento, trabajé en una de las nuevas aplicaciones poco antes de que se publicara. Fue un periodo alocado y me encantó cada minuto, pero el estrés, junto con malos hábitos alimenticios que fui adquiriendo, se hicieron sentir poco a poco. Pasaba muchas horas en la oficina y mi tiempo libre lo invertía en mi vida social, así que dejé de lado mi entrenamiento. Además de eso, tuve una lesión en la rodilla que usé como excusa para no entrenar, en vez de tratarla.
Un día me di cuenta de que no había entrenado regularmente durante más de cuatro meses. Perdí completamente mi rutina y mi motivación mientras que otras prioridades estaban siempre primero. Era muy frustrante. Sentí que todo el trabajo duro realizado en el año anterior no había valido para nada. Me sentía incómoda en mi propio cuerpo, algo que pensé que no tendría que sentir de nuevo. No tenía energía y mi motivación me abandonó. Tenía siempre miles de excusas y cada día decía “Mañana empiezo de nuevo”. Era desolador mirarme al espejo, sabiendo que eso no era lo que yo era, o había sido. Siempre me ponía ropa holgada y esperaba que la gente no se diera cuenta. Mi silueta era el típico tipo de “delgado gordo”, relativamente fácil de ocultar, pero era horrible, especialmente sabiendo qué estado de forma tenía antes. Era infeliz conmigo misma, pero tenía miedo de aceptar que tenía que empezar todo de nuevo. Sabía que tenía que dar un cambio. No era mi mejor yo, y si no hacía algo en ese momento, no sabía cuando lo haría de nuevo.
Como sentía y parecía que estaba empezando de nuevo, decidí empezar con la aplicación de Running. No podía enfrentarme a los workouts de Bodyweight en los que solía ser tan buena. Nunca fui una Runner, y no me gustaba correr realmente, así que decidí tomar este reto adicional. Entrené durante cuatro semanas con la aplicación de Running y usé cada día la aplicación de Nutrition en cada comida. Y tengo que reconocer que fue una experiencia muy positiva. Aunque luchaba con el calentamiento de correr 15 minutos, disfrutaba realmente con los workouts de intervalos. Y cada vez era más rápida. En poco tiempo, pude correr un Maat (2k) en tres minutos más rápido que antes. Los intervalos eran más adecuados para mí que intentar correr muy lejos o durante el mayor tiempo posible.
Esto me demostró que era capaz de hacer más de lo que pensaba. Y, sin embargo, no veía gran diferencia cuando me miraba en el espejo. Pero sabía que me llevaría tiempo. Así que fui paciente y continué. Después de cuatro semanas me hice una foto de progreso y la comparé con la foto del principio. La diferencia fue muy sorprendente y me motivó a trabajar más duro y fijarme objetivos más altos. Ya era hora de volver a usar la aplicación de Bodyweight. Dividí mi entrenamiento en 60/40 entre Running y Bodyweight, luego más tarde en 50/50. Ambos sistemas de entrenamiento se complementan muy bien para mí y me sentía mucho más en forma que en meses anteriores y cada día me sentía también más segura, incluso me atreví a entrenar con la comunidad local. Fue difícil, pero, sin duda, disfrutaba mucho.
Tengo que decir que la alimentación fue lo más difícil de llevar a cabo. Dejé de tomar alimentos procesados, azúcar, alcohol, comidas preparadas. Era un juego psicológico, pero uno que quería ganar porque alimentaba mi progreso. Después de unas semanas, me acostumbré y no pensaba mucho en ello. Aprendí mucho sobre comer sano y sobre diferentes formas inteligentes de combinar alimentos saludables. Ahora entiendo por qué dicen que una buena alimentación es un 70% para llegar a alcanzar los objetivos de tu forma física. Sin duda, no habría visto resultados tan rápidos si no hubiera cambiado de alimentación.
Nunca fui una Runner antes, así que no puedo creer lo lejos que he llegado. Desde esforzarme mucho para recorrer 1k hasta correr mis primeros 10k en 53 minutos. De obligarme a correr a realmente disfrutarlo. Estoy feliz de no haber esperado más tiempo para volver a la mejor versión de mí misma. Y eso es exactamente como lo llamaría, porque esta ocasión, llegué mucho más lejos que la última vez y he tomado más retos. En menos de 14 semanas he perdido un 6% de grasa corporal, 4 cm de cintura y he bajado una talla. Pero lo más importante es que he vuelto a sentirme yo misma, pero mejor. Segura, fuerte, cómoda, feliz. Preparada para empezar a fijar nuevos objetivos y ver lo lejos que puedo llegar esta vez. Sigo usando las aplicaciones y no me veo parando a corto plazo.
Mi consejo a cualquier persona que quiera cambiar algo es que el cambio no sucederá por arte de magia. Tienes que levantarte y hacerlo realidad. Está en tus manos, y tu tiempo es demasiado valioso para gastarlo deseando que tu vida sea diferente. Tú tienes el potencial, así que úsalo. No tengas miedo, solo puedes fallar si no lo intentas. Empieza, ten paciencia, sigue comprometido y continúa, sin importar el qué. Al final lo conseguirás. Y si todavía no has llegado a donde quieres, no es el final.