«Siempre me ha gustado hacer ejercicio físico. De pequeña me encantaba probar nuevos deportes y descubrir nuevas formas de mantenerme en movimiento. Al llegar a la adolescencia, descubrí que me encantaba nadar y correr. Llegué incluso a participar en competiciones de running durante varios años.
De los 15 a los 18 años, me enamoré de los bailes de salón. Me lo pasaba genial y era una buena forma de mantenerme activa. También empecé a entrenar a menudo con vídeos de fitness.
Años más tarde, cuando estaba estudiando para ser anestesista, durante las semanas de la salud de la facultad tuvimos que elegir un ejercicio para hacer durante cinco semanas. Las opciones eran correr, nadar, yoga, voleibol y Freeletics.
No conocía Freeletics, así que decidí probarlo. El profesor nos recomendó empezar con el workout Aphrodite el primer día y terminar con Burpee Frog Jumps el último día. Nos dio a conocer la experiencia completa y, aunque fue duro, me encantó darlo todo y sentirme agotada pero satisfecha después de cada workout.
Tras esas cinco semanas, no quería perderme la sensación de llevar mi cuerpo al límite. Era algo que ya no podían darme los workouts que había hecho antes. También noté cambios en mi acondicionamiento y eso me motivó a mejorar aún más.
Una de las cosas que más me gustaba de Freeletics era lo fácil que hacía las cosas. Solo tenía que ponerme la ropa de deporte, desenrollar la colchoneta y pulsar el botón de empezar. No tenía que ir al gimnasio ni preocuparme del tiempo que hacía fuera. Podía entrenar, literalmente, en cualquier lugar. Mi propio peso corporal era suficiente para hacer un workout fantástico. Freeletics también me hizo más ambiciosa. En casa sesión buscaba mejorar, perfeccionar mi técnica y superar mi PB.
Uno de mis puntos débiles ha sido siempre la alimentación. Todo el mundo sabe que la nutrición es importante para tener un cuerpo saludable y en forma, y también para conseguir resultados. Sin embargo, ¿cuánta gente entrena de forma habitual pero no es capaz de llevar una dieta sana? Ese era mi caso.
En verano del 2022, vi un anuncio del Bootcamp de Freeletics y pensé: «¿Por qué no». Así que me apunté y me aceptaron unas semanas más tarde.
Al principio dudé un poco porque nunca había entrenado con pesas. Los cambios siempre me cuestan un poco al principio. Pero confié en los entrenadores y el proceso y aprendí a dejar a un lado las dudas al empezar algo nuevo.
El Bootcamp de Freeletics me ayudó a cambiar el chip. Por primera vez, noté una gran diferencia al entrenar de forma regular y llevar una dieta saludable. Al final conseguí unos resultados espectaculares.
Ver estos resultados me ayudó a superar mi batalla con la alimentación y la falta de motivación. Por supuesto, las primeras semanas fueron las más duras porque tenía que forzarme a salir de mi zona de confort y enfrentarme a los cambios. Sentía que no iba a ninguna parte y quise tirar la toalla. Pero sabía que esas primeras semanas eran decisivas. Por eso, una vez vi y noté el cambio, decidí seguir superando mis límites y dar el máximo.
Entrenar con el resto de Atletas Libres del Bootcamp me ayudó a no abandonar. La sensación de no estar sola y de luchar en grupo me hizo seguir adelante. También me ayudó recordar que el dolor y las dificultades son solo temporales, y que la recompensa solo llegará si me mantengo en marcha. También me ayudó recordar que tengo que seguir creciendo para sentirme orgulla de mí misma.
Entrenar con Freeletics me ha ayudado a establecer una buena rutina. Entrenar casi todos los días fue especialmente beneficioso al principio, cuando todo eran cambios. También me resultó muy útil en los momentos en los que me sentía frustrada o estresada. Podía llevarme todos esos sentimientos al workout y deshacerme de ellos. Me sentía como nueva después de entrenar y salía del gimnasio con una sonrisa en la cara.
Mi consejo para cualquier persona que esté dudando en si hacer un cambio sería: ¡ve a por ello! ¡Deja a un lado las excusas y las suposiciones!
No importa el nivel ni la forma física con la que empieces. Solo vas a mejorar. Si necesitas motivación y sientes que no lo puedes hacer sin ayuda, encuentra un grupo de gente con objetivos similares. Yo he pasado por lo mismo y te aseguro que ¡es increíble todo lo que pueden ayudarte y motivarte otras personas! Empieza hoy mismo y enamórate del proceso».
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