Cuando Seana empezó su viaje con Freeletics, su objetivo principal era perder esos kilos de más que ganó en la universidad. Después de varias semanas de entrenamiento constante y de una alimentación saludable, empezó a ver y a sentir resultados. Ahora, 3 años después, Seana se está preparando para correr su primera ultramaratón después de haber subido a los podios de toda Europa. En aquel entonces, no tenía ni idea de cómo estas primeras 15 semanas con Freeletics cambiarían su vida para siempre. Así es cómo comenzó todo:
Hola, me llamo Seana. Soy de un pequeño pueblo al norte de Escocia, pero ahora vivo en Múnich, Alemania. Vengo de una familia bastante deportista, por lo que cuando era pequeña y estaba en el instituto, siempre fui muy activa. Pero el típico estilo de vida de los estudiantes fue lo que pudo conmigo: estudiar todo el día en la biblioteca, donde el único alimento posible provenía de una máquina expendedora. Por la tardes, después de la universidad, trabajaba en un bar y en un restaurante y luego salía normalmente casi todas las noches de fiesta con los amigos, por lo que no dormía lo suficiente y me levantaba con resaca y con ganas de comer comida poco saludable.
Mi alimentación era bastante inestable. Normalmente me saltaba el desayuno y luego me comía un sándwich más tarde durante el día. Entre clase y clase, tomaba barritas de chocolate o bolsas de patatas fritas y por la noche, cocinaba un plato de pasta o pedía pizza. No me interesaba la comida saludable y mis prioridades de esa época hacían que no tuviera tiempo para cuidarme. Me apunté a un gimnasio y, a veces, estaba muy motivada para ir y entrenar durante unas semanas, pero nunca fui lo suficientemente constante como para ver ningún resultado. La mayoría de las veces, tomaba algo de comida rápida o un helado después del gimnasio, por lo que acababa tirando por tierra el buen propósito.
En septiembre de 2014, al poco tiempo de graduarme en la universidad, me mudé a Alemania para trabajar. Fue entonces en ese momento cuando decidí que las cosas tenían que cambiar. En marzo de 2015, recuerdo haberme mirado al espejo una mañana después de otra pesada noche de comida basura y alcohol y pensé "esta no es la persona que quiero ser". Ya no tenía excusa y no podía seguir utilizando mi vida de estudiante. Sabía que si quería cambiar, tenía que ser ahora o nunca. Decidí probar Freeletics después de ver por internet los vídeos de transformación de Freeletics. Tenía la sensación de que sería intenso, pero efectivo, y eso es lo que estaba buscando. Después de hacer el primer Aphrodite, tuve dolor muscular durante días, pero me enganché. En ese momento me di cuenta que cuando presionaba el botón de "finalizar", quería más. ¡Es un sentimiento de logro incomparable que todavía me empuja a fijarme metas más grandes a día de hoy!
Durante 15 semanas, me propuse ser constante y entrenar con regularidad. Al principio, seguía el Coach de Freeletics Bodyweight 3 veces por semana, por lo que era principalmente un entrenamiento de Bodyweight de alta intensidad. Cada sesión de entrenamiento duraba entre 20 - 45 minutos y normalmente entrenaba por la mañana antes de ir a trabajar sobre las 7 de la mañana. Después del primer mes, aumenté mi entrenamiento y añadí 1 ó 2 carreras a la semana de la aplicación de Freeletics Running. Empecé a ver resultados después de las 4-5 semanas, pero los cambios más importantes aparecieron después de la semana 10. Después de eso, pude ver los cambios y el progreso casi todos los días.
Freeletics también me enseñó que el entrenamiento y la nutrición van de la mano y si no mejoras los dos, no verás los resultados que estás buscando. Con esto en mente, también cambié mi dieta. Lo primero que hice fue eliminar toda la comida rápida, los alimentos procesados, el alcohol y el azúcar refinado. Siempre supe que estos alimentos no eran buenos para mí. Luego, reduje en mi alimentación de forma gradual la cantidad de hidratos de carbono simples, como la pasta, el pan, el arroz, etc. especialmente por la noche. De hecho, dejé de comer cenas copiosas, pero comía un gran desayuno y un buen almuerzo. También presté más atención a lo que bebía. Cambié las bebidas gaseosas y los zumos de frutas por el agua, el café solo y el té. Empecé a buscar recetas saludables e intentaba cocinar y preparar mi propia comida lo máximo posible, de esa manera podía ver lo que contenía exactamente. Esto también me hizo interesarme más en la cocina y en descubrir la importancia que tienen algunos alimentos en el cuerpo, como las proteínas, etc. Mi día típico sería más o menos así:
Desayuno:
- Un cuenco de yogur o requesón (cuajada baja en grasa) con fruta picada como banano (plátano), arándanos, manzana, etc., mantequilla de maní (cacahuete), copos de coco, canela.
Almuerzo:
- La ensalada contiene alimentos como lechuga, salmón, huevos duros, aguacate, tomates, nueces y semillas tostadas, queso de cabra, halloumi, verduras a la plancha, casi cualquier combinación de verduras, frutos secos, algún tipo de queso y un aderezo de balsámico.
- Una tortilla de espinacas, queso feta y tomates secos y una ensalada de acompañamiento.
- Batata (patata dulce) asada con espinacas, cilantro, queso feta, aguacate.
Cena:
- Un cuenco pequeño de aguacate y tomate.
- Hummus casero con palitos de pepino y zanahorias.
Snacks:
- yogur griego desnatado
- Palitos de zanahoria
- Fruta y frutos secos (no más de un puñado)
- Barritas energéticas naturales
- Pan de banano (plátano) casero
No me llevó mucho tiempo ver los primeros resultados. Creo que fue después de 4-5 semanas de comer sano y de entrenar, cuando noté que mis pantalones me quedaban grandes y tuve que comprarme ropa nueva.
Mucha gente me preguntaba cómo podía seguir y no volver a mis viejos hábitos alimenticios. O me preguntaban que qué pasó para que esta vez fuera diferente. Creo que esta vez fue la motivación intrínseca de cambiar. Realmente quería hacer esto por mí misma y por esa razón me comprometí. Freeletics también me enseñó sobre la alimentación y sobre el entrenamiento, así que empecé a aprender y a entender qué era bueno para mi organismo y la razón por la que estaba haciendo algunos ejercicios o eliminando algunos alimentos de mi dieta. Todo esto me llevó a centrarme en comer sano y no solo en perder peso.
No he vuelto a retomar mis viejos hábitos alimenticios porque me encantan los nuevos. Mi cuerpo se siente mucho mejor después de haber comido una comida equilibrada y saludable en comparación con una pizza o con la comida rápida poco saludable, así que nunca más he estado tentada de volver. Además la comida sana que cocino yo misma, me satisface mucho más que cualquier otra cosa. Mi salud y mi condición física son mi prioridad número uno y por eso me mantengo por el buen camino sin importar lo ocupada que pueda estar. Si sé que voy a tener un día ocupado, busco una solución: me despierto temprano para entrenar, hago el workout en la pausa del almuerzo o lo hago por la tarde-noche. Si algo es importante para ti, lo harás posible. No hay excusas para no hacerlo. Lo mismo ocurre con la comida saludable: siempre hay una opción más saludable. Vale, a veces, podría encontrarme en una situación donde la opción "más saludable" no está disponible, pero siempre hago la mejor opción con lo que tengo disponible. También suelo seguir el Coach de Freeletics Nutrition y preparo muchas comidas al principio de la semana. Comer sano no tiene que ser siempre elegante. Un poco de requesón con un puñado de almendras y miel, o con unas cebolletas y zanahorias es muy sencillo de preparar y saciará el apetito.
La recompensa más satisfactoria que obtuve de mi transformación con Freeletics fue darme cuenta de mi fuerza mental y también mi pasión por el Running. Todo empezó porque quise perder algunos kilos, pero lo que descubrí sobre mí y sobre mi cuerpo se convirtió en mi principal logro. Freeletics es realmente duro al principio. Es mucho más que unas pocas sesiones de entrenamiento cada semana. Es la decisión de cambiar tu vida y tu mentalidad. También la relación con la comida, esto es especialmente difícil, porque la nutrición está muy conectada con nuestras emociones. Pero eso es lo que lo hace tan gratificante cuando miro hacia atrás y sé que fui lo suficientemente fuerte como para pasar esa primera fase. Ahora mi vida es mucho mejor gracias a ello. Me siento muy fuerte, tanto mental como físicamente.
Si pudiera dar algún consejo a alguien que empiece el entrenamiento con Freeletics, es ser paciente y dejar de poner excusas. Como dije antes, si realmente quieres algo, lo harás posible. Así que la próxima vez que estés a punto de no salir a correr porque está lloviendo o "no tienes tiempo", antes que nada, reconoce que esto es una excusa e ignórala. También ten paciencia porque lleva tiempo ver los resultados y son diferentes de una persona a otra. Mientras te mantengas constante y sigas adelante, verás el progreso. Si renuncias, nunca lo verás.