Desarrollar hábitos saludables es importante para llevar un estilo de vida atlético holístico, pero mantenerlos en el tiempo no siempre es fácil.
Los estudios han demostrado que en general hacen falta 21 días para que un determinado comportamiento se convierta en un hábito, pero otros dos meses para que este hábito se convierta en una parte inconsciente de nuestra rutina diaria. Entonces, ¿cómo puedes convertir una acción en un hábito? Estos son los mejores consejos de la experta en bienestar Liora Bels:
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Comienza por definir tu objetivo y tu motivación. ¿Qué te gustaría lograr o cambiar? ¿Y cuánto lo deseas? Tendrás más probabilidades de alcanzar tus objetivos si estos son realistas.
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Toma nota de lo que te inspira. Tanto si se trata de un artículo, una publicación en redes sociales u otro Atleta Libre, saber qué es lo que te motivó a buscar un cambio te ayudará a mantenerte fuerte cuando las cosas se pongan difíciles.
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Es más efectivo establecer hábitos que sean adecuados para ti y tu estilo de vida. No elijas un objetivo solamente porque alguien más lo hace: piensa en lo que tú necesitas y lo que es más realista. Haz cambios pequeños pero efectivos; con el tiempo, estos darán lugar a otros cambios de comportamiento.
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No te desmoralices si tienes un desliz. Permitirte un tropiezo de vez en cuando no es un problema, siempre y cuando puedas reconocer que está ocurriendo y saber lo que tienes que hacer para mantenerte en el camino correcto. Superar obstáculos es lo que nos hace más fuertes. Nunca pierdas de vista el resultado final, y si no es allí a donde quieres llegar, puede que tengas que replantearte tu objetivo.
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Felicítate regularmente. No importa cuán pequeño sea el hito, ser consciente de tus logros es una excelente manera de mantener la motivación.
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Después de 21 días, es probable que hayas desarrollado un nuevo hábito. Pero incluso en este punto, es importante que te detengas con frecuencia a pensar en cómo te sientes, ya que no querrás volver a los viejos comportamientos y arruinar todo tu esfuerzo.
Resumanos
El compromiso, la disciplina y la repetición son las piedras angulares del desarrollo de nuevos hábitos, pero eso no es todo. Mantenerse positivo, consciente y reconocer los logros también es fundamental.
