Nunca te diremos que va a ser fácil. Lo que sí diremos es que cada segundo que le dediques valdrá la pena. La grandeza nunca será un camino de rosas. Como poco, será una cuesta arriba. Cada paso te dejará colgando de un precipicio y dudando si el próximo es físicamente posible.
Pero, ¿por qué tiene que ser así? ¿Por qué no puede ser fácil? Porque la lucha y la adversidad es algo por lo que pasan todas las personas que han alcanzado la grandeza. Michael Jordan, sin duda alguna el mayor jugador de baloncesto de todos los tiempos, dijo una vez: “He fallado más de 9.000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. En 26 ocasiones se me ha confiado el tiro a canasta decisivo para la victoria de mi equipo… y lo he fallado. He fallado una y otra vez en mi vida. Y ese es el motivo por el que he alcanzado el éxito”.
Pensarás en rendirte. Una y otra vez, ese pensamiento pasará por tu mente. ¿Todo este tiempo sufriendo para qué? ¿De verdad que vale la pena? ¡Nosotros decimos que sí! Alcanzar la grandeza es difícil. No hay forma de suavizarlo. Pero, si acercarte un poco a tu objetivo no te cuesta cientos, miles de horas, montañas de intentos o gotas de sudor, no vale la pena.
Claro que es fácil rendirse a la voz de tu cabeza. Es fácil arrojar la toalla y retirarse en ese momento. Pero vivir con un arrepentimiento constante, no estar satisfecho con tu vida sabiendo que tuviste la oportunidad de comenzar a vivirla por fin con un sentido pero decidiste marcharte… Créenos, esto no es nada en comparación con un poco de dolor.
El dolor no es un fracaso. Nunca fracasarás si no abandonas.
Ahora ya conoces 3. Solo queda una verdad. ¿Estás preparado para descubrir la pieza de rompecabezas que te falta? La verdad n.º 4 llega la próxima semana.