La grandeza consiste en darle un sentido a tu vida, y vivirlo con pasión. No ocurre de la noche a la mañana. Lleva su tiempo. Primero tienes que ser consciente de ella. Definirla en tus propios términos. Planear. Preparar. Luchar, un día sí y otro también, hasta que sea tuya.
Es un compromiso de por vida. Pero no tengas miedo. Porque el fruto de tu trabajo durará aun más tiempo. La grandeza se queda para siempre. Se recuerda. Tu grandeza sigue viviendo en quienes has inspirado. Es lo que un niño sueña ser de mayor. Puede que no sea tangible y que no se pueda comprar, pero su valor puede medirse con los beneficios para otros en el futuro.
Así que… ¿a quién le importa si lleva un poco más de tiempo? El tiempo no es importante. Tu día podría tener 50 horas que no sirvieran de nada si no las vives persiguiendo tu sueño. Los años de tu vida no tienen sentido sin las memorias que vas creando con el paso del tiempo.
Nunca abandones un objetivo por el tiempo que necesitas para alcanzarlo. Tu vida viaja a la velocidad de la luz, hagas lo que hagas. Si no eliges ser tú el conductor al mando, no eres más que un simple espectador viendo cómo pasa por delante de ti.
Cada segundo que le dediques te recompensará más tarde o más temprano. Confía en tu trabajo y persistencia. No cuentes el tiempo. Concéntrate en el futuro. Tiene mucho que ofrecerte.
Descubre la verdad n.º 3 la próxima semana.