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«Me caí 12 veces, pero me levanté 13» - La historia de René François

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René François aprendió rápidamente que ser Atleta Libre le daba la posibilidad de ponerse a prueba y de superar nuevos límites con su cuerpo, y más importante aún, con su mente. Pero nunca imaginó que esta lucha lo estaba fortaleciendo para enfrentarse al adversario más difícil de vencer. Esta es su historia.

Boris Cyrulnik define la resiliencia como «la capacidad de tener éxito, de vivir, de prosperar a pesar de la adversidad» y «la reanudación de una nueva vida después de un trauma».

La resiliencia en el deporte, o a través del deporte, es una excelente herramienta para superar las dificultades de la vida. Si se combina con la fortaleza mental, puede hacer milagros y evitar que nos hundamos en situaciones en las que otros se ahogarían.

Ahora tengo 42 años y hace aproximadamente 8 años que soy Atleta Libre. Descubrí la aplicación en un momento de mi vida en el que necesitaba recuperar el rumbo: la idea me atrajo de inmediato.

Freeletics es mucho más que solo un deporte: me permitió conocerme en profundidad, dar forma a mi carácter y desarrollar una determinación de acero. En mi vida cotidiana, esta fortaleza de carácter se ha convertido en un verdadero aliado que me ayuda a sobrellevar los acontecimientos que me ponen a prueba.

El día que descubrí que padecía cáncer de colon en estadio IV con metástasis en el hígado, fue una bendición.

Hay un momento para todo en la vida, y si quería volver a completar un workout como Dione o Artemis algún día, tendría que ser después de un «año de pausa», un año en el que mi mente, y más específicamente mi capacidad de resiliencia, se convertirían en mi leitmotiv para lograr el objetivo más importante de mi vida: la recuperación.

El cáncer es, con mucho, el dios más difícil que me ha tocado desafiar y enfrentar. Es un oponente feroz y tienes que aceptar que deberás atravesar el infierno antes de volver a ver la luz.

No importa si caes, no hay victoria sin riesgos. Ponernos de rodillas nos da un cierto respiro, pero el cáncer no es una batalla que podemos ganar por nuestra cuenta o con solo descansar un largo tiempo. Afortunadamente, nuestros seres queridos siempre están ahí para recordarnos que rendirnos no es una opción.

En mi caso, tuve que pasar por 12 rondas de quimioterapia y varias operaciones para superar la enfermedad.

Me caí 12 veces, ¡pero me levanté 13!

Los estudios demuestran que el ejercicio reduce significativamente el riesgo de recaída. Así que, aunque el estigma de esta batalla me impide hacer algunas cosas que me gustan, hoy estoy aquí, estoy de pie, estoy vivo y soy incluso más fuerte que antes. Una mejor versión de mí mismo, lista para luchar en...

cinco, cuatro, tres, dos, uno...

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