«Nunca estuve a gusto con mi aspecto físico. De adolescente, siempre era la chica con más curvas y quería estar delgada. Era muy duro tener que aguantar burlas sobre mi cuerpo, pero intentaba ignorarlas lo mejor que podía. Aunque era mentalmente fuerte, no podía evitar que algunos días quisiera ser diferente. Encontré consuelo en los entrenamientos; fueron como una terapia para mí.
Siempre fui una niña muy activa. Practicaba muchísimos deportes y nunca estaba quieta. Pero después del instituto, la cosa cambió. No encontré ningún equipo deportivo y mi estilo de vida se volvió poco saludable. Comía mucho, no cuidaba nada mi alimentación y hacía muy poco ejercicio.
Pasaron varios años hasta que me di cuenta de que quería cambiar para verme y sentirme mejor conmigo misma. Sabía que el cambio dependía de mí.
Intenté entrenar por mi cuenta con vídeos de YouTube, pero me faltaba constancia. Incluso me apunté a un equipo universitario para hacer deporte, pero me sentía fuera de lugar porque no estaba tan en forma como el resto. Fue entonces cuando encontré la comunidad de Subang Jaya de Freeletics en Facebook. Me puse en contacto con ellos y me invitaron a ir a las sesiones de entrenamiento en un parque cercano.
El primer día fue duro, pero la comunidad me apoyó muchísimo. Se quedaban más tiempo haciendo Burpees extra para que yo pudiera terminar mis rondas. A partir de ese día, me enganché a Freeletics.
Puedo decir con total sinceridad que, sin Freeletics, no sería la persona que soy hoy. Me ayudó a enamorarme de los entrenamientos y me ha inculcado el valor de la disciplina y la constancia.
La gente me suele preguntar que cómo soy capaz de ir al gimnasio todos los días, y yo les digo que es porque Freeletics se ha convertido en una rutina que ya no puedo abandonar. Incluso en los días de descanso, me siento intranquila si no entreno.
Hoy en día, entreno mucho en el gimnasio, pero sigo teniendo la aplicación de Freeletics en el teléfono. Cuando tengo ansiedad o estoy estresada, saco la colchoneta de entrenamiento, pongo música y hago un workout de los dioses de Freeletics. Es increíble todo lo que ayuda a mi salud mental.
Me alegro de haber nacido «gorda», porque me llevó a encontrar Freeletics. Si no hubiera tenido esas inseguridades, no habría encontrado a mis amigos de Freeletics para toda la vida, ni me habría convertido en la persona decidida y segura que soy hoy. He aprendido a ser fuerte no solo en los entrenamientos, sino en mi vida diaria.
Tengo una mentalidad mucho más fuerte y se lo debo todo a Freeletics. Si te cuesta ser constante, mi consejo es que encuentres a gente afín en tu zona. Las comunidades de Freeletics son fantásticas, y me han ayudado a superar mis inseguridades y a encontrar la mejor versión de mí misma.
Con toda la negatividad que existe a nuestro alrededor, hay una frase que me ha servido de guía: Asegúrate de que el fuego que hay dentro de ti arda más fuerte que el fuego que te rodea.
#ClapClap»
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