Durante más de una década, Freeletics ha sido clave para ayudar a Julien a llevar un estilo de vida saludable. La flexibilidad y la adaptabilidad del Coach le han aportado equilibrio en distintas etapas de su vida.
Desde gestionar las exigencias de su trabajo como ejecutivo de alto nivel hasta sacar tiempo para sus cuatro hijos, Julien ha dominado la mentalidad «Sin excusas» y ha encontrado la forma de priorizar el ejercicio sin importar las circunstancias. Esta es su trayectoria:
«Empecé a usar Freeletics hace diez años en mi treintena. Siempre me ha gustado hacer deporte, pero nunca conseguía ser constante con los entrenamientos, quizá porque mi progreso se estancaba muy rápido.
Intenté hacer de todo: entrenar con pesas en casa, apuntarme al gimnasio, seguir tutoriales de YouTube para desarrollar una rutina, elegir las pesas y los ejercicios adecuados... pero nada me funcionaba.
Sin embargo, todo cambió cuando me topé con la transformación de Levent.
Entonces, pensé en darle una oportunidad. Y lo que pasó fue que 12 semanas se convirtieron en 10 años».
Equilibrar la familia, el trabajo y el fitness
«Para mí, el principal desafío era mantener una rutina de entrenamiento regular. A medida que progresaba mi carrera profesional, aumentaban mis responsabilidades y tenía que viajar más al extranjero. Por tanto, tenía menos tiempo para mí.
Mi vida personal también era muy ajetreada, ya que soy padre de tres niños y una niña. Para complicar aún más las cosas, empecé a construir una casa nueva y me puse a hacer la mayor parte del trabajo.
El Coach de Freeletics me cambió la vida. Al modificar constantemente los workouts y ajustar la intensidad según mis resultados, me obligaba a salir de mi zona de confort una y otra vez. Podía ver cómo progresaba de una semana a otra.
Aún recuerdo el día en el que completé Aphrodite en menos de 20 minutos. Un año antes, nunca me habría imaginado que podría ser capaz de semejante logro».
Todo lo que necesitas son 20 minutos
«En teoría, no tenía tiempo para entrenar. Eso es lo que diría casi todo el mundo. Pero puedo confirmar que es totalmente posible acabar agotado con un workout HIIT de 20 minutos.
Sí, tengo un trabajo exigente, y sí, mi vida familiar es muy ajetreada, pero la verdad es que todos tenemos 20 minutos al día para entrenar.
Empecé a entrenar durante la hora de almuerzo en lugar de ir a un restaurante con mis compañeros de trabajo. Me cambiaba, completaba mi sesión en el parque junto a la oficina (el Parc Monceau, ¡un lugar fantástico!) y me compraba un sándwich de vuelta al trabajo.
Y lo hice durante años, 4 días a la semana, en verano o en invierno, incluso cuando el calentador de la ducha de la oficina se averió en mitad de febrero y tuve que ducharme con agua fría durante más de un mes.
Y hasta convencí a algunos amigos y compañeros de trabajo para que entrenaran conmigo. En el parque, también conocí a algunos compañeros de entrenamiento con los que empecé a hablar porque también usaban la app de Freeletics, y seguimos siendo amigos desde entonces. Esa es otra cosa fantástica de Freeletics: la comunidad».
Evolucionar con el Coach
«Con los años, bajé la intensidad de mis entrenamientos. Aunque seguía entrenando 5 veces a la semana, me tomé la libertad de centrarme en los workouts del Coach que más me gustaban (o evitar aquellos demasiado exigentes) hasta el punto de plantearme si seguía necesitando el Coach.
Al fin y al cabo, como ya me sabía los workouts de memoria, quizá no necesitaba que nadie me enseñara a hacer Burpees, ¿verdad? Esto fue un error.
Incluso con mis entrenamientos habituales, noté cómo empeoraba mi rendimiento. Primero, le eché la culpa a la edad. ¿No es lo que se supone que te ocurre cuando tienes más de cuarenta años?
Sin embargo, me dije a mí mismo que esos buenos tiempos no tenían por qué ser cosa del pasado y que si quería, podía volver a mi mejor versión, así que empecé a entrenar con el Coach de nuevo y la diferencia fue obvia. En muy poco tiempo, recuperé mi mejor forma física.
Ahora tengo 42 años. Hago senderismo, practico trail running, juego al baloncesto y nunca he estado en mejor forma.
Así que tengo que dar las gracias a Freeletics».