Como padre, tu principal prioridad es pasar todo el tiempo posible con tus hijos, para que puedas estar ahí para crear recuerdos duraderos. Pero, ¿qué sucede si tu peso te impide hacerlo? Cuando Chris Rangel, de 38 años de edad, de San Diego, se dio cuenta de que estaba en muy baja forma para seguir el ritmo de sus hijos, descubrió la imprescindible conexión entre estar en forma y la paternidad. Avanzó rápido en dos años y se convirtió en su mejor versión y en la de sus hijos. Esta es su historia:
“Una de las mejores cosas de ser padre es jugar con mis hijos. Tengo un hijo de 5 y otro de 7 años de edad, y los dos tienen bastante energía, por lo que me mantienen bastante ocupado. Hasta hace un par de años, me perdí mucho tiempo junto a ellos. Con 114 kg (252 lbs), me hubiese cansado fácilmente y me hubiera quedado sin aliento rápidamente. Mi presión arterial y los niveles de colesterol estaban por las nubes y cada día que pasaba me estaba volviendo menos saludable. Poco a poco empecé a darme cuenta de lo que me estaba perdiendo y es cuando decidí cambiar. Quería estar ahí con mis hijos y crear tantos recuerdos como fueran posibles. Pero mi peso me echaba para atrás.”
“Primero empecé a mirar por internet para descubrir más sobre lo que había hecho la gente para perder peso y si había algo que podía probar. Me encontré con la transformación de Freeletics de Heiko y me sentía identificado con su punto de partida. Si él pudo hacerlo, yo también, ¿verdad?
En febrero de 2015, empecé mi trayectoria como Atleta con Freeletics. Fue lo más difícil que he hecho en mi vida, ya que nunca había hecho antes ningún Burpee o Pushup. Sin embargo, aprendí a hacer cada ejercicio con la técnica correcta y me esforzaba para estar motivado y nunca abandonar.”
“Después de solo un par de meses, fui recompensado con progresivos, pero muy perceptibles cambios en el cuerpo y en la mente. Al principio, me limité únicamente a entrenar con la aplicación de Freeletics Bodyweight. Aunque esta aplicación me ofrecía un gran entrenamiento de cuerpo entero, quise desafiarme aún más, así que añadí Freeletics Gym a mi rutina de entrenamiento diaria. Ahí es cuando me di cuenta de mi pasión por el entrenamiento de resistencia. Ahora, entreno con Freeletics Gym de lunes a viernes durante 30-40 minutos al día por la mañana, antes de ir a trabajar. Al poco tiempo también empecé a usar Freeletics Running los lunes, miércoles y viernes, y Freeletics Bodyweight los martes y jueves, cada uno unos 20-40 minutos durante la hora de comer. Prefiero entrenar por las mañanas y a la hora de comer, para luego poder aprovechar el tiempo con mis hijos por la tarde. El tiempo es un tesoro, y al fin y al cabo, entreno para conseguir este momento familiar.
Cuando pienso en el principio de mi trayectoria como Atleta de Freeletics, nunca imaginé que llegaría tan lejos en dos años desde que empecé a entrenar. He perdido más de 18 kg (40 lbs) y he reducido la grasa corporal en un 20%. Pero el mayor cambio que he notado es que ahora tengo un estilo de vida y una mentalidad más saludable. Ahora veo los desafíos totalmente de otra manera, no como antes. Y sé que si realmente quieres algo, puedes conseguirlo. La mayor parte de mi motivación viene de mi familia, especialmente de mis hijos. Me animan cuando entreno (incluso a veces hacen Pushups conmigo), y siempre me recuerdan que estoy cada vez más cerca de alcanzar mi objetivo final. Son una gran inspiración y tengo mucha suerte de que sean mi familia. Ahora, por fin puedo seguir el ritmo de mis hijos y ya nunca me perderé más recuerdos. También es una gran sorpresa, el aumento de confianza que he conseguido durante este tiempo. Freeletics me transformó en una versión más saludable y mejor de mí mismo, y en el padre que siempre supe que era capaz de convertirme.”