Objetivo de fitness | Training Journey | Duración | Resultado |
Ganar musculatura | Aumenta tu fuerza cada día | 10 meses | +10 kg |
Artur ha llevado su cuerpo a pesos extremos opuestos: de tener sobrepeso e hincharse de comida chatarra a entrenar en exceso y no comer lo suficiente. Ninguna de estas dos situaciones es saludable y en ambos casos acabó derrotado. Ahí fue cuando recurrió a Freeletics para encontrar por fin el equilibrio y descubrir lo que se siente al llevar una vida saludable de verdad. Esta es su historia:
Recurrir a la comida para sentirse bien
«Crecí en Siberia, pero me mudé a Alemania cuando tenía 9 años. Fue duro porque no tenía amigos y no sabía hablar el idioma. Mis notas en el colegio también bajaron debido mis dificultades con el alemán en ese momento.
Me sentía infeliz y deprimido, y la única cosa de la que podía disfrutar era la comida. Y la comida en Alemania era mucho más rica y había mucha más disponible en comparación con Siberia; sin embargo, la calidad era mucho peor (como aprendí más tarde)».
Problemas con la imagen corporal
«La depresión combinada con el acceso a cantidades ilimitadas de comida deliciosa me hizo ganar peso rápidamente. Y al ganar peso me volví más vago, ya que me cansaba demasiado con cualquier actividad física. Me sentía incómodo frente a mis compañeros durante las clases de educación física.
Cuando llegué a la pubertad, me volví más consciente de mi peso y empecé a sentirme aún más avergonzado e infeliz conmigo mismo y mi cuerpo. A los 15 años, ya pesaba más de 100 kg con una altura de 180 cm.
No tenía nada de autoestima y me pasaba la mayor parte del tiempo comiendo comida chatarra y jugando a videojuegos para escapar de la realidad. Me encantaban los kebabs, los fideos instantáneos, las patatas fritas y las bebidas azucaradas, y comía un montón de chocolate cada día».
Explorar el fitness y el culturismo
«En torno a los 20 años, después de probar algunos centros de fitness y varias dietas milagro para adelgazar, dejé de intentar perder peso. En su lugar, decidí darle una oportunidad al culturismo.
En ese momento, pesaba 104 kg y medía 185 cm. La decisión de centrarme en ganar musculatura surgió con la recomendación de un amigo que había sido campeón de culturismo en categorías juveniles. Por primera vez, empecé a disfrutar de los entrenamientos y a progresar en términos de desarrollo muscular.
Después de dos años entrenando con regularidad y pasando muchas horas en el gimnasio, recuperé la esperanza de poder perder peso y convertirme en la persona que siempre quise ver en el espejo».
Llevarlo al extremo
«Con 22 años, decidí adelgazar y tener una musculatura más marcada aunque se me fuera la vida en ello... No hace falta decir que esta mentalidad no era nada saludable. Esto me llevó a tomar muy malas decisiones, como reducir mi ingesta calórica entre 100 y 300 calorías cada semana durante más de 6 meses.
Durante esos 6 meses, pasé de 97 kg a 77 kg, y al acabar esta fase de recorte, terminé comiendo solo 300 calorías al día. Incluso quería seguir para ver si podía conseguir una musculatura aún más marcada, pero lo dejé después de que uno de los entrenadores del gimnasio me preguntara si había estado en alguna pelea porque tenía los labios azules».
Una lucha constante
«Después de pasar tanto tiempo en déficit calórico y creer que al fin había conseguido mi cuerpo ideal, me costó mucho aumentar mi ingesta de alimentos sin sentir que estaba engordando de nuevo.
También me lesioné varias veces entrenando. Estas lesiones fueron principalmente tendones sobrecargados y articulaciones dañadas, como mi rodilla derecha. Estos contratiempos hicieron que volviera a frustrarme, no solo por no comer lo suficiente, sino también por no ser capaz de entrenar todo lo duro que quería.
Mi vida cambió de nuevo cuando me mudé a Stuttgart para estudiar un posgrado en ingeniería aeroespacial, un campo que siempre me había apasionado. Intenté controlar lo que comía e incluso me apunté a un club de powerlifting. Pero durante el primer año de practicar esta disciplina olímpica, volví a lesionarme la rodilla derecha y me fisuré la izquierda, lo que me supuso otro gran contratiempo».
Adoptar una mentalidad enfocada en el rendimiento
«Después de eso, cambié el levantamiento de pesas olímpico por el búlder, una modalidad de escalada, y empecé a perder peso para mejorar mi rendimiento. Más o menos al mismo tiempo escuché hablar de Freeletics y decidí darle una oportunidad. ¡Quería empezar a mejorar mi sistema cardiovascular por primera vez en la vida! ¡Y funcionó de maravilla!
Podía seguir comiendo la misma cantidad de calorías y quemar grasa al mismo tiempo. Cuando empecé la fase de recorte en 2021, mejoré mucho mi rendimiento en la escalada. Y después de empezar con Freeletics, también noté una mejora en mi resistencia. Sin embargo, a finales de 2023, pesaba 70 kg y volví a sentir que me iba a morir en cualquier momento...».
Transformar el cuerpo y la mente
«Cuando me enteré del desafío de transformación de Freeletics, pensé que era una oportunidad para salir de mi infierno con el déficit calórico y la dismorfia corporal. Aunque no estaba seguro de que fuera a encajar.
Sin embargo, me presenté para probar y fue una sorpresa y una alegría cuando tuve la oportunidad de unirme al desafío en 2024, ¡lo que cambió mi vida por completo!
De enero a octubre de 2024, ¡gané más de 10 kg y me sentí bien por ello por primera vez en la vida! Por supuesto, aún tengo pensamientos y momentos en los que siento que estoy engordando de nuevo. ¡Pero todo el equipo me ayudó enormemente a mantenerme positivo, a quererme y a tener más confianza en mí mismo!
El nutricionista me enseñó ejercicios para cuidar de mi salud mental y también me ayudó a comprender cómo me estaban afectando mis pensamientos negativos.
En unos 6 meses, pasé de autodestruirme 7 veces a la semana a:
- estimular el crecimiento muscular y la capacidad de resistencia 5 veces a la semana
- dedicar un mínimo de dos días a recuperarme haciendo yoga, estiramientos y caminatas».
Freeletics me ha cambiado la vida
«¡El desafío de transformación de Freeletics ha supuesto un cambio radical para mi vida! ¡Ahora peso 83 kg, como más de 3000 kcal al día y me siento muy bien y muy cómodo con ello!
Estoy priorizando la salud y el rendimiento en lugar de anteponer el rendimiento y la apariencia a la salud, y siento que estoy en mejor forma que nunca».
Mi consejo: en lugar de luchar contra tu cuerpo, aprende a cuidarlo y alimentarlo.
«Este ha sido un paso muy grande e importante para mí. Por primera vez en la vida, siento que soy yo mismo: ¡me siento genial, fuerte, saludable y me acepto tal como soy! Creo que no necesito demostrar nada a nadie y he aprendido a quererme a mí mismo».