“Solo necesito un par de cosas.”
Eso es lo que dices antes de entrar en el supermercado. Y, ¿cómo puede ser que cada vez que vas, esas “pocas cosas” se convierten en una cesta, que luego pasa a ser un carrito? Quizás te parezca un misterio, pero todo, desde la luz, la música y la ubicación de los productos, ha sido estudiado de manera exhaustiva para atraer tu atención.
En este artículo descubrimos la psicología que se esconde detrás de la estrategia de venta de los supermercados para ayudarte a que la próxima vez no arrases en el supermercado y acabes con la cartera vacía, y sentimientos de culpabilidad.
La entrada
Antes de entrar en el supermercado, los colores brillantes y vivos de la fruta y de las verduras frescas captan tu atención y te crean sensación de bienestar. En este momento, ya estás pensando “la compra va a ser una experiencia muy agradable”. Luego, llegas a la panadería donde el olor de productos recién horneados empieza a hacerte cosquillas en la nariz y se te hace la boca agua, y aquí es donde empiezas a comer con los ojos. A algunos supermercados les gusta también colocar el café y el té a la entrada. Piénsalo bien: no hay nada más atractivo que el olor a café recién molido y pan horneado. De repente te sientes más hambriento que hace 5 minutos.
El centro del supermercado: un espacio mágico
Luego está el método inteligente de combinar ciertos artículos. Mientras colocas algunas bolsitas de té en la cesta, ya estás viendo que las galletas están al lado y piensas en lo riquísimas que estarían con una taza de té. Menuda coincidencia, ¿verdad? No te dejes engañar. No es ninguna coincidencia. Aquí también estás cayendo en una trampa: los productos complementarios se suele colocar juntos para hacer tu vida aún más difícil.
Siguiente parada: productos lácteos. ¿Te has preguntado alguna vez por qué los productos básicos como la leche o la mantequilla nunca están colocados en la entrada? Piénsalo bien: si los productos que fueras a comprar fueran los primeros que te encontraras, lo más probable es que los agarraras, los pagaras y salieras sin pasar por el resto del supermercado atraído por los deliciosos olores o tentado a comprar cosas que “piensas que necesitas”. Los productos esenciales están escondidos en el centro, para que pases por un grupo de productos que también podría atraerte.
Casi hemos llegado a la caja
Justo cuando pensamos que todo ha terminado, nos enfrentamos al mayor desafío de todos: las compras impulsivas. Aquí, incluso los compradores con más fuerza de voluntad lucharán por resistirse. Las cosas pequeñas como los chicles, las revistas y los caramelos de menta, nos rodean por todos los lados mientras esperamos en la cola. Y al abrir el monedero para pagar, también sacas tu tarjeta de fidelidad para obtener esos puntos y cupones de bonificación adicionales que, a la larga, es la razón por la que los supermercados tienen tarjetas de fidelidad, ¿verdad? Los supermercados ofrecen tarjetas de bonificación no solo porque quieren que regreses, sino también para hacer un seguimiento de tus hábitos de compra y enviarte anuncios de productos que posiblemente acabarás comprando.
¿Nuestro consejo? Sé anticuado y lleva la lista de la compra ya preparada al supermercado o utiliza la función de lista de la compra de tu Coach de Freeletics Nutrition. Esto te ahorrará tiempo y dinero al comprar productos innecesarios. Conocer la psicología que hay detrás de los supermercados, te ayudará a ver las cosas de manera diferente y a ser fiel a tu estilo de vida saludable.