Buscar las zapatillas de correr adecuadas puede ser bastante desalentador dada la cantidad de opciones que hay hoy en día en el mercado. Pero como las zapatillas de correr son fundamentales para la amortiguación del impacto al correr, es importante que te tomes tu tiempo y elijas las adecuadas.
Correr con las zapatillas incorrectas puede acarrear consecuencias desastrosas, especialmente si planeas realizar largas distancias o correr en terrenos irregulares. En realidad, muchas lesiones en los pies se originan debido al calzado inadecuado y que este se ajusta mal al pie, siendo la causa de lesiones típicas de correr como la periostitis tibial, la fascitis plantar y la tendinitis. Si sientes que últimamente tienes los pies mal, puede ser una señal de que el calzado que llevas no es el adecuado para ti. Presta atención a estas señales de advertencia.
Pérdida de la uña del pie o contusiones
Si llevas regularmente calzado que te queda demasiado pequeño, corres el riesgo de poner demasiada presión en los dedos del pie y provocar uñas negras o la pérdida de estas. De hecho, hay un término para esto: la uña del corredor. Para estar tranquilo y no tomar riesgos, deja un espacio como el ancho del dedo pulgar entre la punta del dedo del pie más largo hasta la parte frontal de las zapatillas. ¡No tengas miedo de medirlo!
Ampollas
Si eres propenso a tener ampollas, no eres el único. Lo más seguro que es la queja más común entre los corredores de larga distancia. Estas pequeñas, pero dolorosas cositas pueden ser una señal de que las zapatillas están demasiado ajustadas o son muy estrechas en algunos lugares. Mientras las zapatillas están diseñadas para proporcionar apoyo al pie, también deben permitir una amplitud completa de movimiento al correr. Nuestro consejo: a menudo, las ampollas pueden aparecer simplemente porque nos atamos las zapatillas demasiado fuerte. Prueba diferentes técnicas cuando te ates el calzado para encontrar la comodidad adecuada para el pie.
Dolor en el talón
El dolor en el talón provocado por la fascitis plantar es una de las lesiones de correr más comunes y también por correr con las zapatillas inadecuadas, especialmente en superficies duras como el pavimento, es una causa típica. Piensa en ello: mientras corres, los talones están en contacto constante con el suelo. Tarde o temprano empiezan a presentar señales de presión si los impactos no reciben el apoyo suficiente y tampoco suficiente amortiguación.
Calzado desigual
Como regla general, deberías cambiar de zapatillas de correr cada 600-800 kilómetros de carrera. Presta atención si las zapatillas parecen estar asimétricas y desgastadas, por ejemplo, si un talón de una zapatilla está más desgastado que el otro talón. Puede ser una señal de que necesitas plantillas personalizadas para equilibrar tu cuerpo.
¿Cómo elegir el calzado adecuado?
- Considera el tipo de superficie sobre la que vas a correr. Por ejemplo, correr sobre el pavimento necesita un calzado más ligero y con más tracción si haces carrera de montaña.
- Invierte en calidad – ¡no compres zapatillas baratas para correr o el par “más bonito”!
- Asegúrate de que compras calzado que está diseñado especialmente para correr. Las zapatillas de entrenamiento regular no tienen el apoyo o la tracción necesaria para carreras de larga distancia y no te ayudarán a conquistar la siguiente media maratón.
- Consigue una evaluación profesional de los pies en tu tienda local de deportes. Esto incluirá el análisis de tu manera de caminar, que ayuda a determinar las características que necesitas para tus próximas zapatillas de correr (por ejemplo, más apoyo). Es buena idea hacerlo con regularidad, ya que los pies pueden cambiar con la edad.
- Pruébate todos los pares de zapatillas diferentes que puedas en la tienda, para tener una sensación de lo que hay en el mercado y qué es lo más adecuado para ti. Puede que comprar por internet sea más barato, pero no es lo mismo que probarse las zapatillas en persona.
- Ponerse en forma por la tarde, como los pies se hinchan a lo largo del día como consecuencia de la actividad física. Trata de comprarte un calzado que sea media talla más grande de lo que normalmente comprarías.
Resumamos:
Lleva a cabo los siguientes consejos y di adiós a las lesiones que hubieras podido haber sufrido durante tu entrenamiento. ¡Disfruta de la carrera!