No ignores la lesión en ningún caso
A nadie le gusta estar lesionado. Nadie quiere sentarse a mirar. Especialmente cuando estás tan cerca de alcanzar un objetivo para el que habías estado luchando tanto y durante tanto tiempo. Aunque aún peor es ignorar tu lesión, ya que podría agravarse e impedirte entrenar durante incluso más tiempo.
Lo primero que tienes que hacer es acudir a un médico para que evalúe la lesión. No esperes que pase el dolor. Si notas que vas a lesionarte, baja el ritmo del entrenamiento, o déjalo por completo. Cuanto antes controles el daño, antes podrás volver a ponerte manos a la obra. Una lesión leve de 1 o 2 semanas es mucho mejor que una grave de 1 o 2 meses de duración. ¿No crees?
¿Vas a perder músculos si no entrenas?
Diversos estudios han demostrado que, si te tomas un descanso de vez en cuando, puedes ganar la misma cantidad de músculo que entrenando de forma constante todas las semanas. De hecho, dejar de entrenar por un tiempo es más beneficioso de lo que piensas, ya que, es durante la recuperación después del entrenamiento cuando tu cuerpo se adapta y se pone más en forma. Claro que un estímulo de desarrollo muscular sigue siendo necesario para el crecimiento, pero probablemente no necesites entrenar tan a menudo como crees. Además, seguro que has oído hablar de la memoria muscular.
Los músculos no olvidan todo lo aprendido. La explicación es demasiado científica, pero esta sería la versión simplificada: aunque parezca mentira, tus músculos recuerdan su estado previo. Puede que pierdan volumen, pero, si has entrenado antes, volverán a recuperar su fuerza y tamaño mucho más rápidamente. No lo olvides. Es importante que sepas que así lleves un tiempo sin entrenar, el resultado no va a ser muy diferente. Tus músculos seguirán estando ahí, listos para volver al trabajo cuando tú también lo estés.
¿Deberías entrenar con una lesión?
Probablemente, lo mejor sería que evitaras hacer un workout completo como Helios, Aphrodite o Bastet, pero hay otras formas de entrenamiento que puedes hacer para mantener el progreso y los músculos:
Entrena ligeramente otras partes del cuerpo
Si, y solo si, no estás pasando por un dolor insoportable y tu médico te da luz verde, prueba hacer algunos ejercicios ligeros para otras partes del cuerpo. Solo tienes que asegurarte de que no te van a causar ningún tipo de dolor ni carga en la zona afectada. Por ejemplo, si te has lesionado el hombro o la parte superior del cuerpo, ¿por qué no pruebas a hacer Crunches, Lunges o Squats? También podrías empezar a correr. O, si lo que te has lesionado es la pierna, prueba con los Pullups, Pushups o Situps. Todo ayuda. Solo tienes que tener cuidado. Aquí la regla de oro es tratar de seguir haciendo todo lo que puedas, siempre y cuando no te duela.
Estiramiento
No subestimes el poder del estiramiento. Un músculo estirado tiene un mejor metabolismo, así que puede absorber más nutrientes (nos referimos a las proteínas, por supuesto) de la sangre y regenerarse más rápidamente.
Y eso no es lo único: el estiramiento también nos ayuda a muscularnos. Es una forma relajante de asegurarnos de que nuestros músculos permanecen flexibles y firmes, aun cuando no los estemos entrenando. Pero no esperes a lesionarte para empezar a estirarte con regularidad. Al convertirlo en parte de tus ejercicios de calentamiento, incluso estarás reduciendo el riesgo de lesiones.
Movilidad
Otra cosa que podrías hacer es comenzar una rutina de movilidad. Aquí también, lo ideal sería que no tengas que esperar a lesionarte para comenzar a hacer ejercicios de movilidad. Sin embargo, el tiempo que pases sin entrenar podría ser una buena oportunidad para empezar a cosechar los beneficios de una rutina de este tipo. La movilidad te ayudará a moverte de manera más eficiente y a conseguir una amplitud de movimiento sin dolor en todo el cuerpo. Prueba algunas de las rutinas de movilidad en la pestaña «Explorar».
¡No te desanimes! La recuperación lleva su tiempo.
Lo más importante es que no pierdas la motivación. Es duro, lo sabemos. No es divertido pensar que otros están entrenando mientras tú estás tirado en el sofá. Es frustrante mirarte en el espejo e imaginar los progresos que podrías haber hecho si hubieras entrenado esta semana. Pero no es el final. Quién sabe: quizás sea la forma que tiene tu cuerpo de avisarte de que necesitas un descanso. Presta atención a las señales de advertencia. Tómatelo con calma. Tómate un descanso. Como sano y estírate para recuperarte antes. Esta recaída es la base para tu regreso. Tómate tu tiempo y vuelve fortalecido.