Sentir que has fracasado en algo puede quitarte las ganas de seguir adelante. No conseguir un ascenso en el trabajo, no aprobar un examen o no ser capaz de conseguir un objetivo de fitness específico, puede hacerte sentir muy mal.
Pero es posible aprovechar esas derrotas para tomar impulso y llegar más alto. No sucede de la noche a la mañana, pero puedes aprender a procesar los fracasos de manera positiva y perdonarte por los pasos en falso que hayas dado.
Una vez que hayas aprendido a gestionar las emociones difíciles que acompañan a cualquier tipo de fracaso y hayas desarrollado la habilidad de volver a enfocarte en lo que puedes controlar en el presente y el futuro, tendrás más posibilidades de alcanzar el éxito.
¿Qué entendemos por fracaso cuando se trata de fitness?
Por lo general, el fracaso en el fitness se reduce a dos situaciones básicas:
- No alcanzar un objetivo de fitness en un plazo determinado
- No seguir una rutina o hábito que te habías comprometido a cumplir
¿Por qué fracasamos?
El fracaso en el fitness puede deberse a varias razones. Hay algunas que puedes controlar, pero otras que no.
La razón más común suele ser porque aún no has establecido una rutina. Por ejemplo, si tu objetivo es correr 5 km e intentas correr los 5 km la primera vez, es muy probable que fracases (y sufras una lesión).
Para alcanzar los 5 km, tendrás que desarrollar el hábito de correr con regularidad, en distancias cortas o mediante una combinación de caminata o trote al principio, e ir aumentando gradualmente los kilómetros hasta llegar a la distancia completa durante un periodo razonable.
No establecer un hábito no es la única razón por la que podrías fracasar en el fitness. Hay muchos otros factores que escapan a tu control, como por ejemplo:
- una lesión
- una enfermedad
- la enfermedad de un hijo
- cambios de planes
¿Qué efecto tiene el fracaso en ti y en tu motivación?
Cuando sientes que has fracasado, puedes caer en una espiral descendente de negatividad. Si por ejemplo, te obsesionas con el hecho de que no has alcanzado un objetivo específico en un periodo determinado, esa obsesión puede hacerte perder la motivación.
¿Qué puedes hacer para triunfar?
Volver a levantarte después de una caída puede parecer imposible en ese momento, pero es algo totalmente alcanzable. El hecho de no haber logrado un objetivo de fitness o no haber podido entrenar debido a una lesión no significa que no puedas alcanzar el éxito en el futuro.
Si no has podido lograr ese objetivo, puede ser porque aún no has establecido un hábito. Así que, volviendo al objetivo de correr 5 km...
- ¿Has decidido cuántos días a la semana vas a entrenar?
- ¿Te has convencido de no salir a correr si el día está lluvioso/frío/soleado?
- ¿Has tenido que modificar tu rutina por un cambio en tu horario de trabajo?
- ¿Has tenido que dejar de correr por una lesión?
Todos los factores anteriores pueden jugar un papel importante en tu decisión de dejar de entrenar o en la pérdida de motivación para trabajar hacia tu objetivo.
Volver a levantarte y seguir entrenando es una cuestión de mentalidad. Cuando aparecen los sentimientos de fracaso, es muy importante que hagas las paces con tu pasado.
Es probable que estés siendo más exigente contigo de lo que serías con los demás. Piensa en cómo reaccionarías si alguien te dijera que ha fracasado. Seguramente lo harías de un modo comprensivo y motivador, ¿verdad? Y así es como debes ser contigo. No serás la única persona que se enfrenta al fracaso. De hecho, hay muchas personas exitosas que han fracasado antes de alcanzar el éxito.
Estas son algunas personas famosas que fracasaron y se recuperaron:
- Michael Jordan
- J. K. Rowling
- Beethoven
- Steven Spielberg
- Walt Disney
Entonces, manejar los fracasos implica volver a ponerte de pie y reformular tus creencias. No olvides que eres solo un ser humano y habrá obstáculos en el camino que tendrás que superar para tener éxito. Así es como el fracaso puede fortalecer a una persona.
Cómo dejar atrás los fracasos
Hemos hablado sobre manejar los fracasos y mejorar tu mentalidad, pero ¿cómo podemos hacerlo?
El primer paso consiste en centrarse en el éxito y no en el fracaso. Si mantienes la flexibilidad en tu entrenamiento, es más probable que conviertas tu entrenamiento en un hábito y evites el agotamiento y el fracaso.
Volvamos a esa carrera de 5 km. Quieres correr 5 km, pero no tienes tiempo. ¿Qué puedes hacer? Bueno, en lugar de correr 5 km, corre 1 o 2 km según el tiempo que tengas. Cuando hayas logrado ese objetivo, considéralo como una victoria, porque lo es. Y aprovecha este éxito para conseguir objetivos más importantes.
Convierte el fracaso en aprendizaje
Cada persona es diferente. Por eso, cuando se trata de aprender una nueva competencia o lograr un nuevo objetivo, se necesita tiempo para desarrollar un hábito.
No hay una regla general. Tienes que descubrir lo que funciona mejor para ti y seguir haciéndolo; puedes pensar en esto como si estuvieras aprendiendo a conducir. Vas a clases todas las semanas hasta que, finalmente, conducir se siente como algo natural.
Puede que te hayas fijado un objetivo y no lo hayas conseguido. Por ejemplo, puede que quisieras levantarte una hora más temprano cada mañana, pero te resultó difícil cumplirlo. En lugar de verlo como un fracaso, presta atención a lo que puedes haber aprendido. Tal vez una hora antes sea demasiado. Podrías probar con 30 minutos e ir aumentando los minutos hasta llegar a una hora.
¡Fracasa para seguir adelante!
El fracaso no existe, solo son experiencias de aprendizaje. Si sientes que has «fallado», cambia tu mentalidad, enfócate en construir relaciones de apoyo y desarrolla habilidades de afrontamiento saludables que te alentarán a crear nuevos hábitos.
Una vez que hayas creado estos hábitos, tendrás más probabilidades de alcanzar el éxito. Recuerda que desarrollar hábitos nuevos lleva tiempo, así que apóyate y mantén la motivación.