Todos sabemos lo que se siente tras un workout duro: los músculos queman. Sientes cada parte de tu cuerpo. Sudas. Los workouts pueden ser duros, te retan. Te llevan al límite. Pero, aunque lo des todo, tu rendimiento no siempre es igual. ¿A qué se debe? En tu capacidad de rendimiento no solo influye tu nivel físico y mental. Los factores medioambientales también desempeñan un papel decisivo en tu entrenamiento. Pero, ¿qué le pasa exactamente a tu cuerpo con el calor, el frío y la altura? ¿Es posible adaptarse a las condiciones del entorno? ¿Y qué consecuencias tienen para nuestra capacidad de rendimiento? Aquí obtendrás más información sobre el entrenamiento con calor, frío y a alturas elevadas.
Calor
¿Qué sucede en tu cuerpo?
Si entrenamos con temperaturas extremadamente altas, producimos más calor y nuestro cuerpo se ve sometido a estrés. Por lo general, se diferencian dos tipos de este estrés causado por el calor: el que nuestro cuerpo puede compensar, y el que no se puede compensar.
¿Qué significa eso para tu rendimiento cuando entrenas?
Mientras la temperatura permanezca moderada, nuestro cuerpo puede contrarrestar el aumento de la temperatura corporal mediante la producción de sudor. El calor se expulsa del cuerpo al evaporarse el sudor. También es posible regular un aumento de la producción de calor distribuyéndolo en la sangre. Para ello, el calor se transporta por la sangre hasta llegar a la piel, donde se enfría debido a la inferior temperatura de su superficie.
Ante un estrés no compensable producido por el aumento de la producción de calor, al cuerpo deja de serle posible lograr un equilibrio mediante la eliminación del calor necesario. En este caso, la temperatura corporal aumenta, y esto lleva a una disminución de nuestro rendimiento deportivo. Independientemente de cuánto te esfuerces, ante tales condiciones no vas a lograr nunca tu mejor rendimiento.
Cómo se adapta tu cuerpo
Buenas noticias: si entrenamos a altas temperaturas durante un largo periodo de tiempo, el cuerpo es capaz de adaptarse al entorno. Se produce más sudor, por lo que disminuye nuestra temperatura corporal y nuestra frecuencia cardíaca se ralentiza. Estos factores producen efectos positivos en nuestro rendimiento.
Frío
¿Qué sucede en tu cuerpo?
Las temperaturas extremadamente bajas también nos someten a estrés. El cuerpo regula el estrechamiento y el ensanchamiento de los vasos sanguíneos de forma que se pierda la menor cantidad posible de calor. Además, para aumentar la producción de calor, nuestros músculos “tiritan”.
¿Qué significa eso para tu rendimiento cuando entrenas?
La disminución de la temperatura corporal repercute en las funciones de la musculatura y del corazón. Por lo tanto, el frío también hace que disminuya tu capacidad de rendimiento.
Por cierto: determinados factores corporales pueden influir en el rendimiento individual ante temperaturas extremadamente frías. Un ejemplo es la proporción de grasa corporal. Cuanta más grasa tenga tu cuerpo, mayor será el rendimiento al entrenar con frío. La grasa actúa a modo de aislante y protege el cuerpo contra un enfriamiento.
Cómo se adapta tu cuerpo
Buenas noticias: el cuerpo también se puede adaptar al frío. No obstante, la adaptación es mucho más lenta y menos eficaz que la adaptación a temperaturas extremadamente altas.
Altura
¿Qué sucede en tu cuerpo?
Al entrenar en lugares elevados, no disponemos del mismo oxígeno que al nivel del mar. Conforme aumenta la altura, se modifica la proporción de oxígeno con respecto a la presión total de la mezcla de gases del entorno, es decir, que el aire se va enrareciendo.
¿Qué significa eso para tu rendimiento cuando entrenas?
Cuando hay poco oxígeno disponible, el cuerpo y, sobre todo, los eritrocitos o glóbulos rojos, se resienten. Pueden absorber menos oxígeno, por lo que disminuye la saturación del oxígeno en la sangre. Como el oxígeno es un factor determinante para el rendimiento, sobre todo para la resistencia, la consecuencia de entrenar a grandes alturas es una disminución de la capacidad de rendimiento.
Cómo se adapta tu cuerpo
Buenas noticias: ¡también nos podemos adaptar a alturas elevadas! Para ello, la llamada eritropoyesis desempeña una función clave. Consiste en un aumento en la producción de glóbulos rojos, de forma que el cuerpo sea capaz de absorber más oxígeno y transportarlo a los diferentes tejidos. Cuanto más tiempo pasemos en un lugar elevado, más podrá aumentar la resistencia a grandes alturas.
Por estos motivos, cuando tus resultados al entrenar son inferiores a tu mejor marca personal (PB) o al tiempo de tu última vez (LT), no siempre depende todo de tu rendimiento. Los factores medioambientales también influyen. Lo único que importa es si lo has dado todo. Y: cada vez que ejecutes workouts bajo condiciones extremas, deberías ser consciente de que cada cuerpo es diferente y que, por tanto, cada uno reacciona de una manera ante cada situación. Da todo lo que puedas. Escucha a tu cuerpo. Y alcanza tus objetivos.