Cuando llega el lunes, ¿lo primero que piensas por la mañana es: "que fastidio, lunes otra vez"? ¿O eres una de esas personas que culpan al lunes por todo y tu objetivo principal es simplemente sobrevivir a ese día? Seamos realistas, sabemos que es difícil cruzar esa línea que separa el fin de semana del trabajo, pero hay que aprender a adoptar una actitud optimista hacia el primer día de trabajo de la semana. Si has pasado dos días durmiendo y acostándote tarde, puede que eso te pase factura y hará que los lunes sean difíciles de afrontar. Aquí te mostramos 5 hábitos excelentes que te permitirán empezar la semana con buen pie y harán más fácil la transición del fin de semana al trabajo:
1. Empieza el lunes por la mañana entrenando
Es como quitar un esparadrapo de la piel: te da miedo hacerlo y sabes que va a doler, pero después te sientes aliviado y feliz de haberlo hecho. Sabemos que suena un poco fuerte, pero un entrenamiento los lunes por la mañana te preparará para una semana de entrenamiento disciplinado #NoExcuses. Quizás este sea el hábito más poderoso que puedes adoptar para mantenerte al día con tus objetivos a largo plazo. La parte más difícil de entrenar el lunes por la mañana es levantarse y empezar. Pero hay varios trucos para que no te desanimes y que harán tu mañana más atractiva: coloca la ropa de entrenamiento al lado de la cama, prepara la bolsa de deporte y déjala en la puerta de entrada, despiértate con tu lista de canciones favorita... Lo que queremos es que consigas que los lunes marquen el ritmo de la semana. ¿Quieres que empiece fuerte y con energía, o lleno de excusas?
2. Aprovecha tu trayecto para hacer ejercicio
Si te resulta imposible hacer un workout pronto por la mañana, intenta caminar, ir en bici o correr despacito una parte o todo el trayecto que realizas a diario para ir a trabajar. Hacer ejercicio los lunes por la mañana cuando vas al trabajo (y también los otros días de la semana) tiene dos ventajas: por un lado te ahorras el infierno del tráfico de hora punta y además, en vez de llegar estresado y con mal humor, llegas con vitalidad y energía. Al realizar un buen workout, puedes empezar la semana de manera optimista y centrado en tus objetivos. Piensa que estás preparando el camino para disfrutar de una semana productiva.
3. Empieza los lunes en domingo
No queremos acabar con tu fin de semana antes de lo previsto, pero podrías dedicar un ratito el domingo por la tarde-noche para preparar la semana que tienes por delante. De hecho, puede ser importante para alcanzar tus metas. Ten la ropa de entrenamiento, limpia y lista para la semana, prepara las ensaladas para el almuerzo, establece horarios de entrenamiento en el calendario para que puedas organizar el resto de actividades en torno a ellos. Si tienes todas estas cosas preparadas con antelación, tendrás menos excusas cuando la fuerza de voluntad flaquee. Y una cosa más - intenta ir a la cama temprano para tener energía y darlo todo en la sesión de entrenamiento del lunes por la mañana que hemos mencionado antes.
4. Adelanta el trabajo de la semana
El trabajo tiende a acumularse durante la semana. No solo las cosas inesperadas suelen aparecer los jueves y los viernes, sino que a medida que transcurre la semana, la energía disminuye y la productividad también. Este nivel de estrés nos deja agotados y minados al final de la semana. No es de extrañar que la mayoría de la gente esté deseando irse de la oficina el viernes por la tarde. Lo que realmente ayuda en este caso es abordar las tareas más difíciles el lunes. Puede que sea tentador dejar el trabajo para el día siguiente, pero si lo haces, no conseguirás nada. Mira la lista de tareas el lunes y elige el proyecto que veas más difícil. Empieza con ese proyecto, sabiendo que tu esfuerzo te quitará estrés según pasen los días.
5. Socializa un poco antes de ponerte a trabajar
Antes de nada, tómate un café y charla un rato. Sin duda, va en contra de tu lista de tareas del lunes, pero la semana empezará de manera más suave si la inicias conversando un poquito. Si tenemos en cuenta el tiempo que pasamos en el trabajo, socializamos más con nuestros colegas de lo que pensamos. Es casi instintivo querer reunirse y ponerse al día sobre lo que hemos hecho durante el fin de semana. Trabajar socializando es divertido y productivo. Cuanto más cómodo te sientas con tus compañeros de trabajo, mejor será vuestra comunicación, lo que a su vez, hace que el trabajo en equipo sea más efectivo. Haz del café el lunes por la mañana una rutina y tendrás muchas más ganas de que empiece la semana.
El lunes puede que te vengan dos cosas a la cabeza: "¡Venga, vamos a ello!" o "¡Qué llegue ya el final del día!". Si adoptas buenos hábitos, verás cómo esa neblina de los lunes empezará a disiparse y todo te parecerá más claro. Empezarás a ver ante ti un día lleno de oportunidades para trabajar en tus objetivos de entrenamiento, tus metas personales y en llegar a ser tu mejor versión.