Hace unas semanas aprendiste qué tipos de músculos existen. Para ti, como Atleta Libre, el músculo estriado o esquelético es el más relevante. Para que entiendas cómo funciona este músculo es importante conocer algunos aspectos básicos sobre su estructura interna.
Una mirada al interior
Puedes considerar los músculos como fuertes cables hechos de alambre, que son conjuntos de músculos. Estos conjuntos de músculos son fibras musculares que van en paralelo y también se llaman células musculares.
Esas células contienen cientos de miofibrillas. A lo largo de una miofibrilla hay secciones llamadas sarcómeros, que están formados por un sistema de filamentos de actina y miosina. Son unas proteínas largas que se deslizan unas sobre las otras para contraer o relajar el músculo, por ejemplo, al moverse. En una contracción concéntrica las miofibrillas se acortan debido a que el filamento de miosina frena al filamento de actina.
Los sarcómeros constituyen la mayoría de nuestra masa muscular. El resto son vasos sanguíneos, tejido conectivo, citoplasma y nervios.
¿Cómo se produce el movimiento?
El sistema nervioso, que estimula las fibras musculares para que se contraigan o relajen, controla las miofibrillas. El cerebro envía señales a las células musculares con la ayuda de los iones minerales, también llamados electrolitos. Esta energía química se transforma en energía cinética dentro de las células y el músculo se contrae. Los tendones que conectan los músculos con los huesos transfieren la fuerza que se produce en el músculo y se produce el movimiento del esqueleto.
Por medio de los iones de calcio, los extremos del filamento de miosina se activan, se anclan al filamento de actina y el músculo se contrae. En cuanto disminuye la concentración de calcio en la célula muscular, los extremos vuelven a su posición original y «liberan» al filamento de actina. Así el músculo se relaja.
Para que la concentración de calcio descienda, se necesita magnesio. No obstante, no se activa directamente dentro de la célula sino que previene el aumento del calcio y facilita su descarga.
¡Los músculos también tienen puntos débiles!
Aunque el sistema es muy sofisticado, no es perfecto y tiene algunos fallos: en caso de que exista una falta de comunicación, es decir, si los nervios envían demasiadas señales, demasiado fuertes o incorrectas, o las células musculares no pueden aguantar bien las acciones recibidas, pueden producirse espasmos. Estos son contracciones incontroladas en el músculo afectado.
Una especie de espasmo bien conocido son los calambres.
La fuerza de los músculos se origina de procesos microscópicos, pero puede tener impactos enormes. Decenas de miles de células musculares y nerviosas interactúan a la perfección para llevar a cabo los movimientos más diminutos. Como dice la frase «la solidez de una cadena depende de su eslabón más débil», un músculo solo puede trabajar con eficacia si todas las células trabajan de la manera adecuada. La parte buena es que los músculos son capaces de aprender. Y la mejor forma de fortalecer el sistema y enseñar a los músculos es entrenar con constancia y movimientos intensos.
Por cierto
Los músculos estriados se llaman así debido a las miofibrillas. Las fibrillas se disponen en forma circular y regular, y por ellas se alternan elementos más claros y oscuros (la miosina y la actina). Esto hace que las células musculares se vean estriadas bajo el microscopio.