¿Hasta ahora solo has usado las calabazas a modo de decoración? Pues ya va siendo hora de dejar de perderte lo bueno. La calabaza es el superalimento del otoño por excelencia. Cargada de más nutrientes y vitaminas de lo que te imaginas, es perfecta para mucho más que solo tallarla y ponerle una vela dentro. Horneada o en el desayuno, pasando por el cuidado de la piel y el café, tu salud y tu entrenamiento se pueden beneficiar de sus propiedades naturales de muchas maneras. Sigue leyendo para aprender a aprovechar al máximo el superalimento de esta temporada.
Beneficios para la salud
Rica en vitamina C, la calabaza disminuirá las posibilidades de que este otoño te contagies del temido resfriado.
Con un 90% de agua, su alto contenido en fibra y baja en calorías, la calabaza te mantiene saciado durante más tiempo, y previene las ansias entre comidas.
Es una de las mejores fuentes de betacaroteno, un importante antioxidante del que se dice que protege contra el asma y contra las enfermedades cardíacas.
¿Tienes problemas para dormir? Las semillas de calabaza son una fuente rica en triptófano, un aminoácido esencial que te ayudará a acabar con las noches en vela.
El aceite de semillas de calabaza tiene un alto contenido en Omega-6 y vitamina E. Por tanto, puede reducir el colesterol en sangre, y ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas.
Así mismo, y lo más importante para los Atletas, es que su alto contenido en potasio ayuda a que los músculos funcionen de forma más eficaz y procesen mejor los estímulos del entrenamiento. Eso es una muy buena noticia para tus músculos.
Usos ideales
¿Vas a decorar una calabaza para Halloween? Hagas lo que hagas, ¡no tires la pulpa ni las semillas! Puedes utilizarlas para muchas cosas:
Sopas
Cuando llega el frío, apetece sopa. Y la calabaza es uno de los mejores ingredientes del otoño.
Curry
Prueba a sustituir el pollo por una calabaza. Si la mezclas con leche de coco, cilantro, espinacas, chiles y guisantes, tendrás toda una explosión de nutrientes.
Ensaladas
Las rodajas de calabaza al horno son un complemento alto en fibra perfecto para tu ensalada, además de una alternativa saludable a los croutons. Colorida, deliciosa y llena de vitaminas. Echa un vistazo a la receta “Baked Pumpkin with Quark Sauce” (calabaza al horno con salsa de queso fresco) en el Coach de Freeletics Nutrition. ¿No tienes tiempo para hornear? También puedes comerte la calabaza cruda. ¡Usa pulpa de calabaza rallada en vez de queso!
Cuidado de la piel
Rica en vitamina A, C y E, la calabaza es ideal para el cuidado de la piel. El puré de calabaza o el aceite de semillas de calabaza mezclado con miel orgánica y leche es una forma extraña pero, a la vez, sorprendente de hidratar la piel y de protegerla contra el frío.
No te olvides de las semillas
¿Has probado alguna vez a asar semillas de calabaza en el horno durante unos minutos? Tiene un sabor completamente nuevo. Las semillas de calabaza pueden utilizarse en ensaladas, sopas o como tentempié.
Muesli de calabaza con especias
Justo lo que todo Atleta necesita al volver a casa después de un entrenamiento en una mañana fría. Un puré de calabaza casero con avellanas, jengibre y canela. Perfecto para prepararlo con antelación y congelarlo, para que puedas disfrutar esta calabaza sabrosa no solo en invierno, sino cuando quieras. Si necesitas más inspiración echa un vistazo al Coach de Nutrition.
Batidos
Si la añades a cualquier batido, la calabaza le conferirá mucho sabor, a la vez que resulta refrescante y saciante. Mezclada con banano congelado, yogur y zumo de naranja recién exprimido, tendrás un batido cargado de vitaminas esenciales para el invierno que se avecina.
¿Por qué no pruebas a añadirlo al café?
El otoño es la estación favorita del año para la mayoría de los amantes del café. ¿Por qué? Por el café con leche y calabaza (el llamado pumpkin spiced latte). Es como el sabor no oficial del otoño. ¿Por qué no intentas crear tu propia versión saludable en casa? Leche caliente, puré de calabaza, canela y nuez moscada con tu primer café de la mañana.