Parece misión imposible encontrar alimentos lo suficientemente dulces como parade satisfacer nuestros paladares, y que al mismo tiempo no nos hagan aumentar de peso o dañen nuestra salud. La mayoría de las personas intenta solucionar el problema, escaneando las etiquetas nutricionales para detectar productos sin “azúcar”. ¿Cuál es el problema de hacer esto? Resulta que algunas alternativas al azúcar que se encuentran en tus dulces favoritos son azúcares ocultos o sustancias igual de nocivas. Así que, antes de leer otra lista de ingredientes, mira el diccionario del azúcar y descubre qué es realmente y de dónde viene:
Estevia: la revolución del azúcar
La llamamos la revolución del azúcar, pero la estevia no es nada nuevo. Este edulcorante parecido al azúcar ha sido utilizado durante cientos de años por los nativos de Sudamérica y proviene de la planta “Stevia rebaudiana”.
La ventaja: si estás buscando algo dulce, la estevia está entre la más dulces de todas, ya que es incluso más dulce que el azúcar. Se la conoce como la alternativa de 0 calorías y no daña los dientes ni aumenta los niveles de azúcar en sangre, algo que sí hace el azúcar común.
La trampa: todavía se pone en duda si la estevia puede considerarse realmente un “edulcorante natural”. Aunque la estevia provenga de una planta, el extracto de las hojas se procesa a través de un proceso químico en el que se emplea etanol. ¿Significa entonces que no es una alternativa más saludable? La respuesta sigue sin ser clara.
Fuentes: algunos chicles, refrescos, salsa de soja y caramelos.
Fructosa: el "bueno" de la película
La fructosa en su forma natural aparece a menudo como el bueno de la película, ya que se encuentra naturalmente en la fruta, en algunas verduras, en la miel y en otras plantas.
La ventaja: la fructosa es la fuente de energía favorita del cuerpo, especialmente al hacer ejercicio. En su forma natural, también contiene importantes minerales y vitaminas que necesitamos para gozar de buena salud.
La trampa: el hígado no puede procesar demasiada fructosa con rapidez por lo que se acaba almacenando como grasa en el cuerpo. La ciencia ha demostrado que un consumo de fructosa alto aumenta el apetito ya que por un lado, influye en la capacidad del organismo para utilizar la insulina y por el otro, suprime la hormona estimulante del apetito, la grelina. Además, en su forma sintética, la fructosa es uno de los ingredientes principales del jarabe de maíz rico en fructosa, que se encuentra normalmente en alimentos procesados, que se convierten en grasa mucho más rápido y no sacian el hambre.
Fuentes: frutas, miel, sirope de agave.
Glucosa: la energía de la vida
Puede que conozcas la glucosa por su otro nombre: azúcar en sangre. La glucosa es diferente al azúcar que se encuentra en los alimentos. Se trata de un azúcar natural producido por el organismo. ¿Cómo se produce? Todos los hidratos de carbono que comes (el azúcar es uno de ellos) se descomponen en moléculas de glucosa a través de los procesos digestivos.
Función: la glucosa la produce el organismo para obtener energía. Una vez procesada, el organismo la almacena en las células musculares o en el hígado, hasta que hagas el workout de Freeletics, donde se utiliza como combustible.
Peligros: solo hay una capacidad de almacenamiento limitada para la glucosa. Cualquier extra que el cuerpo no necesite, se convierte en grasa y también se almacena como tal. Otro peligro es que la cadena de hidratos de carbono del azúcar, por ejemplo en los caramelos, es corta, lo que significa que se metaboliza más rápido. Esto provoca un aumento del nivel de azúcar en sangre, que luego el cuerpo intenta estabilizar. Como resultado, se liberan grandes cantidades de insulina para disminuir la concentración de azúcar en sangre. Esta fuerte fluctuación puede causar problemas de salud graves como la diabetes.
Sacarosa: el híbrido
La sacarosa se conoce más comúnmente como azúcar de mesa o azúcar común. Este tipo de azúcar es en realidad una combinación de glucosa y fructosa y proviene de la remolacha azucarera o de la caña de azúcar.
La ventaja: se sabe que comer sacarosa aumenta el estado de ánimo ya que impulsa al organismo a liberar la hormona de la “felicidad”, la serotonina, en el torrente sanguíneo. Este aumento instantáneo que nos ofrece es una de las razones por las que tendemos a anhelar el azúcar o a disfrutarlo como comida reconfortante o como recompensa.
La trampa: este subidón de azúcar desencadena el aumento de insulina antes mencionado a medida que el organismo, una vez más, intenta llevar los niveles de glucosa en sangre a la normalidad. Esto causa el efecto del “bajón de azúcar” que hace que nuestro organismo pida más y más azúcar. Y todos sabemos que el aumento de peso no deseado puede deberse al consumo excesivo de azúcar.
Fuentes: hay muchas frutas como la piña, los albaricoques y los dátiles que también contienen sacarosa. Por otro lado, la fructosa es el principal azúcar de las uvas y las peras. La mayoría de los geles de energía son sacarosa. Una de las razones es que no es tan dulce y es más fácil de asimilar para el estómago que otros azúcares. Tampoco podemos olvidar que los caramelos y el chocolate pueden contener este tipo de azúcar.
Azúcar de coco: ¿la opción nutritiva?
El azúcar de coco – también conocido como el azúcar de palma de coco – procede del néctar de la planta del coco y está empezando a reemplazar al azúcar de mesa en las recetas de galletas y pasteles saludables.
La ventaja: mientras que el azúcar común y los siropes ricos en fructosa no contienen nutrientes vitales, el azúcar de coco retiene algunos de los nutrientes de la palma de coco, como el magnesio, el hierro, el boro, el zinc, el azufre y el cobre. También es especialmente conocido por su bajo índice glucémico, esto significa que el azúcar en sangre no aumenta tan rápido.
Genera una producción de energía más lenta, que sacia incluso más y no provoca subidas y bajadas de azúcar en la sangre.
La trampa: aunque es la opción más nutritiva, el azúcar de coco sigue siendo una bomba de calorías y, en realidad, tienes que comer una gran cantidad de este tipo de azúcar para satisfacer tus necesidades nutricionales. No setrata de un alimento milagroso y no te recomendamos que lo comas todos los días, pero si lo consumes con moderación, es más saludable que el azúcar refinado.