Es sábado por la noche y estás descansando delante del televisor después de un día lleno de acción. De repente, esa afición por el dulce ataca de nuevo. En vez de abrir el helado, decides satisfacerte con un cuenco lleno de caramelos sin azúcar, que en poco tiempo, se convierte en dos cuencos, luego en tres. Antes de que te des cuenta, te has comido todo y te quedas sin nada salvo con el arrepentimiento. ¿Te suena de algo? Todos pecamos de comer en exceso de vez en cuando, y a pesar de nuestro deseo de estar más sano, a veces tendemos a comer incluso más de lo habitual. ¿Pero por qué? ¿Se debe todo al hambre? Aquí te contamos 6 extrañas razones por las que tiendes a comer en exceso.
Platos – eres lo que comes
Puede que suene un poco extraño, pero reflexiona un poco: diferentes estudios han demostrado que las personas que comen de platos más pequeños tienden a comer menos que aquellos que usan platos grandes. Otro “factor sobre los platos” que puede ser una razón de tu glotonería es el color: si la comida y el color del plato son del mismo color, la gente tiende a comer en exceso. Como no hay suficiente contraste de color entre los dos, esto engaña a nuestra percepción del tamaño de la ración. Reducir el tamaño de los platos de la cena y elegir el color con sabiduría para reducir la cantidad que consumes, puede ser un salvavidas que merece la pena intentar. ¡Deja que tu plato controle la ración de comida!
Snacks – ojos que no ven, corazón que no siente
La mayoría de las personas no es consciente de cómo esta desencadena las ganas de comer sin ni siquiera darse uno cuenta. Un ejemplo de ello es tener snacks a la vista. Si colocas un cuenco con chocolate en la encimera de la cocina y pasas por ahí cada cierto tiempo, tendrás ganas de comer chocolate de manera automática. Pero también funciona al revés. Tan solo sustituye el chocolate por fruta y puedes automáticamente aumentar la cantidad de frutas que comes al día. #Winning.
Anuncios en la televisión – no hagas caso al antojo
Lo más probable es que estés preguntándote qué tiene que ver la televisión con la pérdida de peso. De hecho, existe una cosa que puede ayudarte con el objetivo de perder peso: saltarte los anuncios. ¿Por qué? Porque los anuncios muestran a menudo los alimentos más deliciosos y hacen un excelente trabajo convenciéndonos de que tenemos hambre – incluso cuando no estamos hambrientos. También, si estás acostumbrado a ir a la cocina y picar una galleta rápidamente cada vez que hay anuncios durante tu programa de televisión favorito, eso empieza a ser un mal hábito. Sé inteligente y sáltate los anuncios.
Comer distraído – mantente centrado
¿Has oído hablar del concepto de comer “atento”? De hecho es muy importante para perder peso, porque contrarresta otra razón por la que mucha gente come en exceso: estar distraído. Hay estudios que demuestran que la gente que, por ejemplo, come viendo la televisión, tiende a comer en exceso. Se comen sus snacks favoritos y acaban completamente ensimismados viendo sus series favoritas y no se dan cuenta de lo mucho que están comiendo. Prestar atención mientras comes puede ahorrarte muchas calorías. Céntrate en cada mordisco, come despacio y mastica a conciencia.
El atracón después del workout – sé realista sobre tu gasto energético
Seamos sinceros, ¿quién no se ha imaginado el snack más delicioso y que le está esperando a la vuelta de un workout intenso? ¿O has utilizado la frase “te lo has ganado”, para justificar un exceso después de un workout? Todos hemos utilizado el ejercicio como una excusa para comer en exceso alguna vez y acabamos consumiendo más calorías que las que hemos quemado. Comer después de un workout está bien, e incluso alentador, pero deberías siempre intentar ser realista sobre tu gasto energético. Descubre cuántas calorías quemas de media, y luego intenta igualar tu snack después del workout en consonancia.
Usar edulcorantes artificiales – no te creas todo lo que lees en el paquete
Los edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sacarina, el acesulfame y la sucralosa son aditivos producidos de manera sintética que tienen un sabor dulce y no tienen calorías. ¿No suena demasiado bueno para ser verdad? Eso es porque lo es. Hay estudios que han demostrado que los edulcorantes artificiales tienen un efecto contraintuitivo, y pueden hacer que las personas ganen realmente peso. Al consumir estos edulcorantes con regularidad, en la coca-cola light por ejemplo, es mucho más probable que ganes peso tomando esta bebida. Esto se debe a que el cerebro de forma natural responde a lo dulce con señales para comer aún más, dando como resultado el consumo de exceso de calorías. En cambio, ¿por qué no intentar endulzantes naturales, como la miel o el sirope de arce? No solo van a hacer su trabajo, sino que también contienen algunos nutrientes esenciales y encimas que dan un toque de salud adicional.
¿Eres a menudo víctima de comer en exceso? Cuéntanos más sobre cuándo y por qué. O sigue nuestros consejos y comparte tus experiencias.