Tenemos muchas cosas que agradecerle a nuestra mente. Pero, a veces, no nos causa más que molestias. A menudo actúa a modo de barrera entre nosotros y las extraordinarias oportunidades que nos ofrece la vida. Nuestra mente quiere comodidad. Y por naturaleza le tenemos miedo a lo desconocido. Al cambio. A salirnos de nuestra zona de confort. Así que nos miente para intentar detenernos. Estas mentiras también se conocen como “excusas”. Y nadie debe tolerar las excusas.
“Quien es bueno poniendo excusas, pocas veces es bueno para algo más.“
Benjamin Franklin
Esto significa que tú tienes la elección: sé bueno poniendo excusas, o sé bueno haciendo algo importante de verdad.
Claro que no siempre es fácil detectar cuándo la mente te está llenando de mentiras. Así que aquí tienes algunos ejemplos de las típicas excusas ante las que tienes que tener cuidado:
"No puedo hacerlo."
El sospechoso habitual. “No puedo hacerlo” se suele traducir como “Tengo miedo”. Tu mente te está intentando decir que va a suceder algo malo. En serio, ¿qué es lo peor que te podría pasar? ¿Qué podría salir mal? Está bien, ¿piensas que podrías fracasar? El fracaso no es más que una oportunidad. Nunca es el final. Siempre y cuando lo vuelvas a intentar y sigas hacia delante, en realidad, no existe el fracaso. La mejor manera de ignorar a tu mente cuando intenta timarte con esta excusa, es pensar en toda la gente que lo ha hecho y lo ha logrado. Si ellos pueden, tú también.
"Acepta tu vida tal y como es."
Si estás 100% seguro de que disfrutas de tu vida tal y como es, ¡entonces es perfecto! Pero… si de vez en cuando te miras en el espejo y sabes que podrías alcanzar mucho más, resulta que esto no es más que otra mentira. La vida puede ser muy agradable aun cuando sales de tu zona de confort. Seguirás disfrutando de los fines de semana aunque estés fuera de la cama o del sofá. Todo puede ser divertido aunque te parezca difícil o no lo hayas probado nunca. ¿Y cómo sabes que no vas a disfrutar mucho más de la vida cuando la hayas cambiado? La respuesta es que no lo sabrás hasta que lo hayas probado al menos. Y seguramente, la disfrutarás.
"Solo una vez."
Si caes en esta trampa, le estás dando a tu mente un pase para toda la temporada. Claro que “solo una vez” está bien de vez en cuando. Pero, desgraciadamente “solo una vez” no suele ocurrir. Tu mente está poniendo a prueba tu capacidad de decir no. Una vez sepa que tiendes a ceder, intentará tentarte con esta excusa una y otra vez. Sobre todo al principio, cuando estás intentando entrenar tu fuerza de voluntad. Hasta que lo hayas dominado, contesta siempre con un rotundo “no” cuando te sugiera saltarte el entrenamiento “solo una vez”, quedarte una hora más en la cama “solo una vez” o dejar las obligaciones para mañana “solo una vez”. No es tan solo una vez, y nunca merece la pena.
Un día puede que te des cuenta de que lo único que te estaba reteniendo eran tus propias excusas. Date cuenta ya y aún tendrás tiempo de cambiar de vida. Si te das cuenta demasiado tarde, es posible que ese barco ya haya zarpado. Si pasas por la vida dejando un rastro de excusas tras de ti, los únicos recuerdos que tendrás serán excusas. Tú tienes el poder de controlar tu vida. Es hora de usarlo.
¿Qué mentiras te intenta contar tu mente? ¿Cómo has conseguido darle la espalda a las excusas? Queremos oír tu historia. Deja un comentario abajo.l