Es tan simple como esto: los buenos hábitos ayudan a conquistar metas. Desarrollar buenos hábitos es clave para el logro de resultados. No importa que parezcan sustanciales, nos permiten realizar una conducta que genera éxito. Estos pequeños cambios en la forma de pensar y actuar, pueden dar lugar a la realización de tareas importantes que, de otro modo, se dejarían sin hacer hasta “mañana”. Así que, ¿por qué se rinde la mayoría en el primer obstáculo, incapaz de convertir los buenos hábitos en nada más que en buenas intenciones?
Si alguna vez has intentado crear una nueva rutina o cambiar malos hábitos en buenos, entonces ya estarás familiarizado con la lucha. La montaña rusa de la motivación y la tentación. Para ayudarte a entender por qué, hemos fragmentado la creación de hábitos en 3 fases y hemos añadido consejos para ayudarte a pasar de una fase a otra, hasta que llegues al éxito. ¿Preparado? Allá vamos.
Fase 1: el periodo de la luna de miel
¿Qué sucede? – Todo es fácil, estás inspirado por algo – quizás un programa de televisión, o algo online – y motivado para empezar.
Nuestro consejo – Es muy bueno para fijar un objetivo. Pero en este punto es importante ser realista. No intentes hacer todo a la vez. Céntrate en un objetivo y luego en otro, dividiéndolo en fases. Realiza pequeños cambios, también conocidos como “los hábitos claves” – en tu estilo de vida. Todo es cuestión de acostumbrarse a un hábito para que se convierta en algo normal de tu día a día, en lugar de una tarea.
Fase 2: pequeña batalla
¿Qué sucede? – Con el tiempo, olvidamos lo que nos inspiró para empezar. La motivación se desvanece. Recordamos nuestros viejos hábitos y empezamos a echarlos de menos. Nos preguntamos si nuestro objetivo vale la pena y empezamos a enfrentarnos a tentaciones y a obstáculos con regularidad.
Nuestro consejo – Sabemos que no es fácil luchar contra la tentación. Pero lo importante es que te tomes cada obstáculo según llegue y te centres en vencer las batallas una por una. Ver las cosas con una perspectiva más amplia e intentar alcanzar tu objetivo general solo te llevará a la decepción, especialmente cuando sientes que no estás progresando. Ya sea resistirse al postre cuando sales a cenar con los amigos, dominar tu voz interior que te dice que te quedes en la cama mañana por la mañana o que la quemazón de los músculos de tus piernas haga que quieras abandonar durante tu siguiente Aphrodite, cualquier pequeño obstáculo que superes deberías verlo como un éxito.
Fase 3: el gran avance
¿Qué sucede? – El compromiso constante da como resultado un gran avance. La mayor parte del tiempo esta fase pasa desapercibida, porque estamos en ese momento. Con cada victoria, los hábitos en los que nos enfocamos, empiezan lentamente a formar parte de nuestra rutina diaria. Ya no es una lucha para combatir nuestros malos hábitos. En su lugar, evitar los dulces en el supermercado o levantarse de la cama una hora más temprano para entrenar se convierte en una segunda naturaleza. Pero esto no significa que no tengamos que trabajar para mantenernos en nuestro mejor nivel.
Nuestro consejo – Prepárate para los contratiempos e interrupciones. Como ir de vacaciones, enfermarse, un comentario desagradable o sentirse muy cómodo pueden hacer que salgas de tu rutina y vuelvas a la fase 2. No te preocupes si esto sucede, porque pasará. Algunas situaciones no se pueden evitar. En cambio, te recomendamos estar preparado a tomar fotos de ti cuando estés en tu mejor forma y más feliz. Serán fuente de motivación cuando tengas que enfrentarte de nuevo a estas pequeñas batallas. Y en cuanto hayas vencido algunas tentaciones, volverás de nuevo a tu rutina.
Los buenos hábitos se reducen a la perseverancia, al compromiso y al trabajo duro. Todos y cada uno de los días. Al principio no es fácil, pero siempre que sigas, con el tiempo estos hábitos se convertirán en tu estilo de vida y serán la razón de tu éxito.
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